Tiros rodeados de sonrisas de ángeles,
noches despiertas,
rechinar de escarlata,
la guitarra bohemia de la samba
las voces que murmuran otra lengua cómo un secreto,
la persecuta diurna, la amistad que me salva.
Dicen que se duerme bien, aunque la vida siempre es una oportunidad después de la muerte,
dicen que los niños juegan a las escondidas de los bandidos, que ellos aprenden su lenguaje,
Y quizás si,
quizás en algún momento alguien se revele al sistema,
no somos nadie en un segundo, la vida se acaba,
la vida nace,
en la vida se camina despierto,
retrato a Mandela,
ilusa sensación de Amor.
Los códigos que te da el barrio no te da la escuela,
y aunque hoy me atreví a sonreír a un niño,
intento escapar a su destino…
Míos incendios,
Incendios que no apago,
sueño con muertos
aunque con mi psicóloga hablo de los vivos,
habito los confines de la palabra,
desvélate una vez, que vidas me sobran para abrazarte.
Lloro, río, la vida se va y vuelve con el picadito del potrero al borde del abismo,
Todo tengo, somos palabra, somos retratos, somos lengua que expresa, somos el idioma que no aprendemos,
somos besos que mantienen la memoria,
que se entrelazan donde nada cabe, pero ahí sigue algo más,
Pienso
en algún momento se duerme?
Irrumpe la bulla,
lo que miro con mis ojos no son mis ojos,
al ladrido del perro junto al arremangue de un arma,
no importa el cómo ni porque,
porque el por qué
no tiene
un por qué,
sino,
para que,
Y ahí
Descubro que
la ciudad de Dios…
no descansa.
PROSA POETICA ESCRITA EN LA FAVELA CANTAGHALO, RIO DE JANEIRO, BRASIL