23 noviembre, 2024

¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret

La importancia de la voz interior

¿Qué tiene en común películas como Las vírgenes suicidas, de Sofía Coppola,  Lady bird, de Greta Gerwig, y The starling girl, de Laurent Parmet con ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret? La pubertad, la fe cristiana, y son historias dirigidas por mujeres. 

La distribuidora norteamericana Lionsgate Films obtuvo los derechos de la novela juvenil, ¿Are you there, God? It’s me, Margaret, escrita por la autora estadounidense Judy Blume en 1970. 

Con un presupuesto de 30 millones de dólares considerado un poco alto al tratarse de una tragicomedia no muy comercial, apenas recaudó 20 millones. Esto supone un fracaso en taquilla porque no superó en rubros el presupuesto inicial, sin embargo esa cifra no desmerece al film. 

La cineasta Kelly Flemon Craig es quien dirige esta película estrenada en el 2023, como ya lo hizo anteriormente en The edge of seventeen, 2017.

En una nueva ocasión nos muestra otro encantador y divertido coming of age (subgénero literario y cinematográfico que se emplea para relatar historias con problemáticas adolecentes) donde particularmente se explora el cuestionamiento religioso y el despertar de la pubertad en una forma práctica y genuina. 

Margaret, interpretada por Abby Ryder Fortson, es una preadolescente de once años curiosa y bien portada, que acaba de mudarse con sus padres de Nueva York al vecino y aburrido Nueva Jersey. Para ella esto representa una nueva etapa en su vida, donde conoce nuevas amistades y se enfrenta a una dilema existencial. La familia de su padre interpretado por, Benny Safdie, Oppenherimer, 2023 es judía y la de su madre, protagonizada por Rachel McAdams, Spotlight, 2015, es católica, elemento importante en la vida de la pequeña. Tiene mucha afinidad con su abuela paterna, protagonizada por la talentosa Kathy Bates, Miseria, 1990. Por esa razón empieza a conocer ambas religiones hasta llegar a una reflexión. 

El nombre de la película hace énfasis en una constante acción de la protagonista, alza su mirada hacia el horizonte y cruza sus manos en algunos casos, en forma de plegarias. Con voz firme y dulce hace una pregunta muy convencida a Dios, ¿Estás ahí? Una línea tan sencilla pero que tiene mucho significado. El requerimiento de Margaret es que Dios le aclare sus dudas, y le ayude a resolver los problemas que se le presentan cada día. 

En está ocasión lo que vemos en 105 minutos de duración es un drama con buenas dosis de humor. En el film la estética visual queda en segundo lugar, o mejor dicho pasa desapercibida porque todo el peso se lo lleva la puesta en escena. De hecho, es una de las mejores actuaciones de Rachel McAdams, también Abby Ryder como actriz principal logra cautivar por su inocencia.  

Lidiar con nuevos sentimientos y emociones, hacer nuevos amigos e intentar enfrentar el comienzo de su adolescencia no va ser tarea sencilla para Margaret.

La película también analiza las inquietudes normales de toda mujer joven que en poco tiempo entra a la adolescencia, como por ejemplo la competencia entre su grupo de amigas que ya no desean ser niñas y apunta de risas mueven sus brazos hacia atrás para que ‘’sus pechos crezcan’’ o la tan esperada menstruación, siendo un momento clave en la historia. Logrando que Margaret entre en un cóctel de temores y expectativas al imaginarse en cómo sería ser adulta. 

Si hay otro punto interesante en la película es el monólogo interno, o dicho de otra manera, una conversación en secreto con Dios que la acompaña todo el tiempo para aclarar sus dudas sobre cuales caminos religiosos debe tomar. Pero Margaret no está sola, a su lado tiene unos comprensivos padres que le aportan libertad y seguridad en una edad tan complicada como los once años, cuando el cuerpo indudablemente empieza a cambiar. 

Si los padres de Margaret representan una figura tolerante acerca de las religiones que incluso roza en lo antirreligioso porque no son muy practicantes, hay una subtrama que se teje bien entre los abuelos de la pequeña, que por ser de otra generación piensan que la imposición de ideales es un deber/ser, y al no estar de acuerdo con las creencias de la otra persona se crea un rechazo familiar. Hay una crítica coherente sobre el fanatismo religioso que no se aborda a profundidad por dar cabida a otros temas, pero enhorabuena se lo menciona. 

Por eso, ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, es una historia femenina, sincera y eficaz a la hora de trasmitir la incertidumbre. La directora sitúa al espectador en el contexto de una época muy conservadora al referirse de los años 70’, y sin embargo tenemos a un personaje como Margaret, que a corta edad mas que un camino religioso a seguir, emprende una ruta hacia su independencia de ideales. 

Indudablemente es una historia para reflexionar. 

Actualmente el film se encuentra en la plataforma digital AppleTvPlus.



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