Penumbras, definitivamente es el mejor calificativo para lo que viven los
ecuatorianos el día de hoy, en todo ámbito: Político, Económico, Seguridad,
Social y Energético
Hemos sido testigos de los hechos más bochornosos que el país recuerde en
más de 40 años desde el retorno a la democracia; El asalto a la Embajada de
México. Ha sido sorprendente presenciar como los ecuatorianos hemos sido
expuestos deliberadamente a la condena mundial por esta incursión, que más
allá de los legítimos reclamos de nuestra justicia al estado Mexicano, al albergar
en calidad de asilado político a un ciudadano condenado por delitos que
lesionaron a miles de ecuatorianos, se transgredió uno de los principios
fundamentales de las Relaciones Internacionales y consagrado en la
Convención de Viena en el año de 1961, como lo es la inviolabilidad de las sedes
diplomáticas. Ni en las más oscuras dictaduras, ni siquiera en la Guerra Fría se
atacaron representaciones diplomáticas. El Ecuador, a pesar de ser parte de esta
convención y miembro de diferentes foros internacionales, la violó
flagrantemente, siendo condenados en el contexto mundial y a la espera de las
sanciones que nos imponga la Corte Internacional de Justicia que se reúne a
fines de este mes de abril. Y lo más sorprendente fue observar como juristas
reputados, periodistas y un puñado de influencers de temporada, aplaudían esta
decisión sin importar las consecuencias que hoy empezamos a vivir con las
“desconexiones temporales” de energía que tiene en PENUMBRAS a los
ecuatorianos y donde COLOMBIA que nos aportaba entre 2 y 7 Gigawatios
diarios para tratar de cubrir el déficit de 485 MegaWatios. Ya hoy nos cerró la
llave motivados por sus propias necesidades energéticas, pero que, a decir de
algunos analistas también esconde un trasfondo político luego de la condena del
Presidente Petro al asalto a la embajada mexicana y en apoyo al presidente
López Obrador. Dudo mucho que, con un ceviche y unos tacos, como sugirió el
presidente Noboa, este impase pueda ser superado, demostrando el más
mínimo respeto por las normas de convivencia pacífica consagradas en
instrumentos internacionales, develando así una faceta autoritaria, violenta y
prepotente.
Y si esto no fue suficiente, a renglón seguido y tomando por sorpresa a todos los
ecuatorianos, vinieron los apagones, luego de que el presidente por decreto
declaro el “fin de los apagones” , llegaron las “desconexiones temporales”, y
como ya se ha vuelto costumbre del actual gobierno y sus acólitos, empezaron
a evadir la responsabilidad y montaron un show mediático en donde se creó un
relato ficticio de “sabotaje”, viendo desfilar nuevamente a periodistas,
funcionarios gubernamentales y actores sociales a sostener la falacia de un
deliberado vaciado del embalse de Mazar dejando abiertas compuertas para que
el agua desaparezca cual si fuera una piscina en donde se deja correr el agua.
Relatos sacados de las comedias más burdas que fueron rebatidos de forma
técnica por los diferentes Colegios de Ingenieros Eléctricos del país. Y como todo
“delito” debe tener culpables, se ha enjuiciado a 22 personas por “Traición a la
Patria”, una de ella la ex ministra Arrobo, demostrando nuevamente su faceta
autoritaria, violenta y como ya lo dijo el presidente: “Como enemigo, él es el peor
de los enemigos”
Las consecuencias, de esta falta de previsión, 8 a 10 horas en algunos casos de
total oscuridad para el pueblo, dejando una estela de frustración, dolor y
desconcierto. Donde las pérdidas económicas son enormes, para el heladero
que perdió toda su mercadería, para el pequeño distribuidor de carnes que tuvo
que tirar todo su producto porque se pudrió completamente, por la familia
ecuatoriana que lucha por sacar adelante y que hoy tiene que salir a buscar el
pan a oscuras, a costas de alimentar el ego de un presidente que busca a toda
costa y sin guardar escrúpulo alguno la tarima para una eventual reelección, a
costas de una consulta popular inútil que le cuesta a los ecuatorianos 60 millones
de dólares que hoy nos hacen falta para reactivar el sector eléctrico. Titulares
como el presentado por el portal primicias en donde cita que 60000 estudiantes
abandonaron las aulas nos debe llamar a la reflexión, y que nos permita
comprender las reales necesidades de nuestros niños y jóvenes ecuatorianos.
No podemos seguir viviendo en un país donde asesinan a sus alcaldes, donde
la extorsión y el secuestro son el pan de cada día y donde el ciudadano de a pie
no sabe si podrá llegar a casa sano y no ser víctima de la delincuencia. Hoy los
ecuatorianos nos sentimos sin norte, con miedo y en Penumbra.