Las ideas de adopción tecnológica citados en el anterior artículo demuestran los beneficios que todos podríamos lograr cuando ponemos el bien común por encima de todo. Sin embargo, vemos como gobiernos de países a los que admiramos buscan adoptar estas tecnologías para asentar su tendencia totalitaria junto con oligopolios enmarcados en una agenda globalista.
Actualmente el parlamento europeo discute el uso de la cadena de bloques para implementar una billetera digital, en la que progresivamente a los ciudadanos de países miembros se les enviará: tarjeta de identificación, licencias de manejo, certificación de vacunas, etc. Aquí el concepto de tecnología de descentralización dio un giro de 180 grados. Pues se trata de un consejo administrador dirigido desde la unión europea que colectará toda la información generada cada vez que el ciudadano muestra alguno de estos documentos en actividades cotidianas, tales como, abrir una cuenta bancaria, registrarse en un hotel, etc. La trazabilidad en este caso servirá para que un consejo no electo por el voto popular, conozca cada paso de los ciudadanos. Cuando son los ciudadanos quienes debemos de saber lo que hacen sus funcionarios públicos.
En los Estados Unidos existe un proyecto promovido desde la presidencia para crear a través de la reserva federal el dólar digital (CBDC), el cual será emitido por la misma entidad que ha impreso en estos últimos 4 años el 80% de todos los billetes que existen hoy en circulación, provocando una inflación global, del que nadie se escapa, por ser el dólar la moneda líder en intercambios comerciales. Además de ser una institución controlada por un oligopolio de bancos que pretende emitir una moneda que es programable, susceptible a confiscaciones y prohibiciones para algún tipo de consumo. Gracias a la estructura federal de los Estados Unidos, los gobernadores de Florida, Carolina del Norte y muchos congresistas de ambos partidos ya han rechazado la sola idea del proyecto, dado al potencial daño a los derechos civiles básicos que causaría si el gobierno continua acumulando poderes sobre los ciudadanos.
Ambas tecnologías podrían tener un rol importante en la aplicación de políticas que nos ayude a frenar las injerencias económicas que terminan en injerencias políticas que usando al dinero y corrupción mantienen a la sociedad en este estancamiento social. La cadena de bloques está siendo adoptada ampliamente por los sectores: médico, financiero, agricultura, logística y aplicaciones en oficinas de gobierno. En el caso del Bitcoin, sigue su firme proceso de adopción y en la actualidad ya está en muchos portafolios de inversión y tesorerías de gobierno como un activo digital, por su naturaleza antiinflacionaria, solo se emitirán 21 millones, además no la rige ningún gobierno.
Pero el rol más importante lo tendrá aquel líder y grupo de ciudadanos que decida cambiar de manera definitiva el rumbo del país, con la sabiduría suficiente para no solo sobrellevar lo urgente, lo inmediato. Saber planear al mediano plazo y proyectar un país en el futuro, que sus próximas generaciones lean sobre ellos y que agradezcan aquellas reformas estructurales que fueron tomadas con visión, esto incluirá una región que vio en ese país y puñado de ciudadanos el ejemplo a seguir y se contagiaron.
El ciudadano merece que sus líderes incentiven su sentido crítico, que se apele a su sentido común. Es imperativo llevar a la sociedad a un plano más racional, acostumbrarla a escuchar propuestas estructurales, sembrarles la ambición del buen vivir. Ya es hora de acabar con la verborrea vulgar en campañas políticas utilizando medios y redes sociales que apuntan solo a sensibilidades absurdas volviéndolos fanáticos políticos, de un partido o del otro, da lo mismo….seguirá siendo fanatismo.
El país pronto tendrá la oportunidad de elegir. Esta vez tocara a los ciudadanos prepararse para exigir que se erradique la corrupción desde su raíz.
