21 noviembre, 2024

Vivir sin luz y esperando al presidente

Nada dura para siempre. Y la experiencia de cada uno de nosotros hace carne esa verdad. Hoy la jarra del chocolate Navideño la he desempolvado del olvido y la he puesto a hervir en el carbón rojisimo del fogón de la abuela. Los cortes de luz  van desde la hora señalada y duran toda la incertidumbre y nuestra incomodidad. Toca cocinar a carbón, beber agua del pozo, comer encebollado de balde, comer panes de yuca y papa. Todo está transtornado y en estado regresivo. La cantina del chocolate está limpia y estaba guardada en la repisa. Todo lo que estaba guardado sin resolver ha regresado  a nuestra triste existencia. Sin luz, sin inteligencia, con calor, inseguros y con hambre. Muchas cosas nos están pasando juntas. Las plagas de Egipto quedan cortas.

Vivimos en círculos, cuadrados, triángulos y el presidente Noboa que no nos dice nada de fondo y forma.  Nos parte la tristeza; cantar llorando, rezar orando, despertar sin luz, medio dormir, medio comer, medio soñar. Nunca en mi vida el hielo de la desazón ha durado más tiempo del necesario. Me siento abandonado y siento al país anonadado, atormentado.

Me apuro en escribir. Ya mismo se va la luz y los ladrones merodean cerca.

Artículos relacionados

Sólo nos queda BARCELONA

Aunque mi querido equipo nos dio un alegrón sin jugar desde el miércoles anterior, este
domingo se ratifico la supremacía del BARCELONA, al ganar inobjetablemente a su rival por
3 goles a 1, con 2 anotaciones de Narciso Mina, quien se convierte en uno de los goleadores
históricos del ídolo, con 30 dianas a su favor.

Fueron 14 largos años de espera para lograr esta tan esperada décimo cuarta estrella, pero valió
la pena, ya que nuevas generaciones de fieles hinchas, como por ejemplo la de mi hijo de quince
años, que conscientemente nunca vio coronarse como campeón al BARCE, rebozaron de euforia
al poder observar desde el Monumental, por primera vez dar la vuelta olímpica al equipo de su
corazón.

El gobierno de los caretukos

Este gobierno nos obliga a vivir una avalancha de denuncias debidamente fundamentadas, que evidencian los gravísimos actos de corrupción a todo nivel que se dan entre su gente. Los mismos son un tsunami de latrocinios que han logrado el acelerado enriquecimiento ilícito de las manos sucias y bolsillos ardientes.

Alrededor de la cúpula, los ministerios o desde los pequeños cargos, se roba descaradamente abusando del autoritarismo imperante como arma para depredar al estado.

1 comentario

  1. Parece que usted señor nació en cuna de oro. Los que nacimos en la década de los 40′ no nos molesta esta situación actual. Se debe aprender a vivir sin quejidos y quejodas. El secreto de vivir está en aceptar lo que sucede y seguir adelante. O es que ya está en la penumbra de la ira?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×