“Pienso que cada instante sobrevivido al caminar y cada segundo de incertidumbre, cada momento de no saber nada son la clave exacta de ese tejido que ando cargando bajo la piel, así te protejo, aquí sigues dentro. YO TE LLEVO DENTRO HASTA LA RAÍZ Y POR MÁS QUE CREZCA VAS A ESTAR AQUÍ” (Natalia Lafourcade, canción HASTA LA RAÍZ”.
Desconozco el contexto de la autora de esta canción, pero el título y la letra me hablan del amor que alguien da y entrega a otro. Este alguien puede ser tu hijo, hija, tu alumno o alumna si eres docente con vocación y educas utilizando la pedagogía del amor y no las meras técnicas y planificaciones que se llenan en formatos. O en una relación de pareja, sea que comience, sea que terminen, sea el futuro incierto. pero eso que se vive con honestidad, alegría y paz es amor de verdad.
¿Por qué aman tanto los padres a sus hijos? ¿Por el mero hecho de ser hijos? O ¿Porque se teje una red de relaciones y proyectos que generan progreso, bienestar y plenitud? El amor es proyecto y un proyecto es lo que está por hacerse, es decir que el amor nos va haciendo, no es el mero resultado de una o ecuación o principios sino la conjunción y valoración de las múltiples oportunidades que nos da el tener a quien amar, el pertenecer a una familia.
Por ello, “los hijos se van”, deben seguir su proyecto, pero han sido formados en el nido de amor de una familia que marca huellas, que señala horizontes, que forja un estilo de persona que sabe relacionarse con otros y sabe valorar lo positivo de las personas, experimenta el amor como confianza, porque ha sido educado en la confianza y vive con alegría porque ha encontrado sentido en la vida. Gracias a este saber amar con este estilo de ambiente positivo, confianza básica y alegría un ser humano enfrenta los desafíos de la vida, desarrolla lo mejor de sí, por eso encuentra su plenitud en lo que estudia, en lo que hace y en especial a quien ama
¿Por qué si nos han dado tanto amor en las familias, en los centros educativos primarios, secundarios o universitarios que tienen esos maestr@s que practican la pedagogía del amor, cuando crecen no saben vivir en el amor? No nos contentemos con las respuestas individualistas, depende de la libertad de cada uno, de sus oportunidades o talentos, ni con las respuestas contextuales es que hay tanto mal en el mundo que no se puede hacer el bien.
En educación no existe determinismo social ni libertinaje individual. Se forma para transformar a las personas. Y esta no se consigue meramente desarrollando las competencias duras, las prácticas de habilidades y destrezas para resolver problemas, sino en el desarrollo de las habilidades blandas el saber convivir con otros y valorar en el rostro del otro la infinitud de posibilidades que me muestran sus expresiones y emociones para crecer como persona si yo se respetar y amar, reconocer lo que hay más allá de intereses o conveniencias, sino en la necesidad pura que todos queremos crecer y forjar un tejido que nos permita vivir con dignidad.
Lo que hoy estamos viviendo en el mundo no puede encerrarse en lo que muchos dicen falta de valores, o de bienestar social, crisis económica o maldad. Sino en la autoreferencialidad de la vida cuando padres, madres y educadores no forjan ese tejido amoroso de la familia como parte de un proyecto mayor, sino solo para tener bines propios, familia propia hemos desviado el sentido de la vida que es permanecer en el amor.
Permanecer en el amor es vivir agradecido por haber crecido en ambientes que han fomentado la confianza, la alegría y el coraje para seguir creciendo. Permanecer en el amor es crecer en medio de incertidumbres y ambigüedades de la vida escogiendo siempre la ruta del bien personal y mayor, es ser responsable con la historia en donde forjo un futuro con decisiones y actitudes que marcan gozo y esperanza en lo que hago y comparto.
Sin amor no se cambiará ninguna sociedad por más técnicas y progresos que se planteen. Muchas sociedades desarrolladas viven estresadas, cansadas, tristes, agobiadas por sus problemas o intereses. Pero personas que permanecen en el amor viven con alegría, contagian esperanza, comparten lo mejor, forjan relaciones “biófilas” –amantes de la vida no “tóxicas”, viven sin quejas, lamentos o resentimientos, sino aportando soluciones y ayudando a crecer a todos, en especial a los que más sufren.
“Permanecer en el amor o desviarnos en el dolor” esa es la cuestión que familias, personas y sociedades debemos tener claro para educar en el sentido de lo que hacen y en las oportunidades de su crecimiento humano. Y como dice la canción señalada, así “sigo cruzando ríos, andando selvas, amando el sol. Cada día sigo sacando espinas, de lo profundo del corazón. En la noche sigo encendiendo sueños para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo”. El amor se lleva dentro, desde la raíz y el sacarlo es la vida productiva y feliz.
PARA PENSAR
1 ¿QUÉ ES LO MEJOR QUE UNA FAMILIA Y UN EDUCADOR PUEDE HACER?
Forjar el corazón de sus hijos y alumnos como expertos en el amor
2 ¿POR QUÉ NUESTRAS SOCIEDADES VIVEN EN LA DESCONFIANZA Y EN LA MALDAD?
Por vivir creyéndonos el centro de todo –la autoreferencialidad-
3 ¿Cómo PERMANECER EL AMOR?
Cuando seguimos encendiendo sueños