Durante los 1600, Inglaterra estaba casi en bancarrota con innumerables guerras y problemas coloniales. En aquel entonces gobernada por el rey Charles I, quien carecía de buenas relaciones con el parlamento e intentaba pasar una ley para el aumento de impuestos, el parlamento la negó y como último recurso decidió tomar un “préstamo forzado” como él lo señaló. Sin el consentimiento del parlamento ni de sus dueños, tomó el oro de los comerciantes y orfebres guardado en las bóvedas del gobierno o corona y a cambio entregó un pagaré. Esta acción y otros eventos fueron las causales de su ejecución en 1649 en el patíbulo.
Luego, los orfebres se convierten en los custodio del oro de los comerciantes por mutuo acuerdo. Los orfebres aseguraban un espacio en sus bóvedas y como respaldo el depositante recibía un certificado de depósito, con los que se podía negociar libremente. Estos mismos orfebres se dieron cuenta que los depositantes no retiraban su oro de manera periódica ni total, así que empezaron a emitir certificados de depósitos al portador a cambio de un interés negociado y el prestatario o deudor evitaba los riesgos de cargar con el oro, se entendía que todos los préstamos serían pagados y no habría problemas. Estos certificados se emitían por el valor total del oro y con el tiempo se empezaron a emitir certificados en fracciones que facilitaban transacciones menores, ello da origen al papel moneda que hoy conocemos.
Pero los orfebres ya estaban usando como garantía de la emisión de ese certificado parte del oro de un tercero, se enriquecían tomando un activo que no era de ellos, eso da lugar a la reserva fraccionaria (Fractional Reserve). En Latinoamérica lo llaman: encaje bancario o coeficiente de caja. Sistema en el que solo una fracción de los depósitos bancarios está respaldada por efectivo real y disponible para retiro. Representa lo mínimo obligatorio que los bancos deben de mantener para responder a los retiros en efectivos de los clientes en cualquier momento, el resto se utiliza para realizar préstamos. Para tener una idea general, según datos estadísticos en Colombia el encaje es 8%, en Chile 4%. Hasta el 2012 el banco central europeo mantenía el encaje al 2%, después lo redujo al 1% y en Estados Unidos desde el 2020 es el 0%.
A continuación ilustro el funcionamiento del encaje bancario o reserva fraccionaria. Imaginemos a un grupo de bancos como que fuesen uno solo, pues son parte del mismo sistema bancario, regulados por el mismo banco central y lo requerido es el 5%.
1) Hoy se deposita $100, con ello acaba de habilitar al banco a prestar $95.
En la bóveda del banco quedaran $5 por el encaje.
2) Horas después, el banco presta $95 a un cliente que quiere comprar un tractor, la casa comercial recibe esos $95 por la compra y los deposita en el banco, este depósito lo habilita a prestar $90.25. En la bóveda del banco quedarán $4.75 por el encaje
3) Al día siguiente el banco presta $90.25 a otro cliente que quiere comprar un sofá, el almacén recibe $90.25 y los deposita en el banco, ahora el banco está habilitado a prestar $85.74. En la bóveda del banco quedarán $4.51 por el encaje
Fíjense lo sucedido con un depósito de $100:
A) Solo quedan en bóveda $14.26 (5+4.75+4.51).
B) Pero existen $270.99 en préstamos ($95+$90.25+$85.74).
C) Cada préstamo generó ganancias para el banco, los intereses cobrados.
D) Las operaciones no se detendrán….. los $85.74 habilitarán a $81.45 y luego a $77.38 y el efecto multiplicador continuará.
Y como ya ha sucedido alrededor del mundo y en reiteradas ocasiones a lo largo de la historia, si todos vamos a retirar nuestro dinero, no habrá suficiente. Los bancos se declaran insolventes y el gobierno tomará dinero de impuestos de ciudadanos y ordenará al banco central a imprimir más billetes, produciendo inflación y déficit presupuestarios. La causa central es la doble disponibilidad que los bancos le dan a nuestro dinero. Dinero que es nuestro, pero al mismo tiempo sirve como inventario para su propio negocio.