21 noviembre, 2024

Una incómoda intromisión

El 16 de mayo del presente año, la máxima autoridad de la ciudad de Guayaquil, es decir, el Concejo Cantonal, resuelve con diez votos a favor y dos abstenciones, nominar «República de Guayaquil» al tramo de la Avenida 10 de agosto, comprendido entre las calles Chile y Malecón.

La propuesta la hizo la Academia Nacional de Historia Capítulo Guayaquil y el Concejo procedió sustentándose en el informe de la Unidad Técnica del Patrimonio Cultural de la M. I. Municipalidad de Guayaquil.

La intención de esta resolución es recordar un período importante de la historia de la ciudad, el lapso comprendido entre octubre de 1820 y julio de 1822 en que la Provincia de Guayaquil fue independiente y administró su territorio en forma autónoma. Que los guayaquileños recuerden estos hechos, se llama memoria histórica. Esta resolución no afecta en nada a la unidad nacional, ni es un acto regionalista ni divisionista.

El tramo escogido tiene un significado histórico para la ciudad, como bien lo explica el informe de la Unidad Técnica del Patrimonio Cultural de la M. I. Municipalidad de Guayaquil.

Y en última instancia, es atribución del Concejo Cantonal decidir y resolver lo que considere conveniente en beneficio de la ciudad y los guayaquileños.

Por ello indigna la intromisión de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, al participar en un tema que no le compete y tomar represalia contra el Capítulo Guayaquil, suspendiendo a su directora, la Arq. Antonieta Palacios Jara y declarando en acefalía a esta institución guayaquileña.

Insisto, es una resolución del Concejo Cantonal que no puede ser observada por la Academia de Historia. Sin embargo, si de historia se trata, invito a los miembros de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, a leer la obra «El Libro de Guayaquil», escrito por los distinguidos historiadores guayaquileños, Melvin Hoyos, Efrén Avilés y Jorge Gallardo, para ilustrar criterios sobre la decisión del Consejo Cantonal y comprender mejor a los hijos de esta hidalga ciudad.

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Entonces nos encontramos ante una realidad, las revoluciones violentas así como las marxistas leninistas ya no tienen cabida, con ningún nombre ni forma. El primer llamado lo vimos en Perú cuando gano Fujimori, se reafirma con Alan García y la postura favorable de Keiko Fujimori hace vaticinar una continuidad. Chile con su institucionalización de los programas de estado y el triunfo de la derecha demuestran que el ansiado viraje a políticas marxistas leninistas no pasa de ser una efervescencia momentánea. América Latina no esta preparada para convertirse en una extensión de Cuba y el modelo Venezolano tampoco es inspirador, Mockus bajo su popularidad cuando se mostró conciliador con Chávez.

2 comentarios

  1. En el artículo del Sr. Roberto Bitar sobre la resolución del concejo cantonal, es necesario observar algo importante. Su frase: «La propuesta la hizo la Academia Nacional de Historia Capítulo Guayaquil» está basada en una premisa falsa, pues el texto que llegó al concejo no es el mismo que envió el Capítulo Guayaquil de la Academia Nacional de Historia al municipio. En el texto enviado por la Academia se refiere a la «Provincia Libre de Guayaquil», en ningún momento se menciona «República de Guayaquil» ¿De dónde salió lo de República? Hubo una manipulación de mala fe en el proceso interno municipal. Conozco la carta original.

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