EL CORAZÓN DE PAPA, como el de todo hombre/mujer, estará lleno de preocupaciones y angustias por sus hijos e hijas ¿podré darles la mejor educación? ¿cuidar de su salud? ¿pagar las mejores universidades? ¿Qué no les roben o atropellen? Lo cierto de la sociedad de hoy es que cualquier cosa que prima en la vida es la incertidumbre, con respecto al futuro no hay nada cierto, por ello es importante que el corazón de PAPA/ MAMA esté lleno de sabiduría y amor, el resto será secundario. La fuerza de la vida, el motor de nuestra existencia está en lo que nos mueve el corazón, amar, cuidar y embellecer.
Lo único cierto es el amor. Pero ¿cómo saber lo que es el amor en una sociedad que no ama? Padres ausentes de la familia, irresponsables con el cuidado de los hijos, hay un montón. No todos, pero sí un buen número ¿qué celebramos el día del Padre?
Mi apuesta es por el amor. El día del Padre, más allá de lo que haya pasado con Papá, es la oportunidad para pensar en el futuro, no se puede construir una historia sin amor, sin memoria, sin agradecimiento. Los que hemos disfrutado de papá solo unos cuantos años, recordamos sus caricias, sus abrazos. Lo extrañamos cuando más lo necesitábamos en la juventud, pero esos abrazos de la infancia son la fuerza agradecida que anima a luchar en la vida no vinimos por nuestra cuenta al mundo, fuimos parte de un proyecto. La muerte o el fracaso destruyen proyectos, pero no destruyen la fuerza de la vida, está en el corazón. Al final del viaje de la vida no nos llevaremos nada, pero al abrirnos el corazón lo encontrarán llenos de nombres de nuestros padres, de los que hicieron sus veces, de los compañeros y compañeras de camino, entre otros muchos. “Nadie puede, ni nadie debe vivir, vivir sin amor” decía el cantante Charly García.
En este día que celebramos a Papá, la mejor manera de ser agradecidos es no solo decirle feliz día Papá si lo tienes cerca o si puedes hablar con él, o encomendarlo al Padre Dios para que lo perdone y ayude porque es Papá y punto, es decirle ¿cómo está tu corazón? Y un corazón agradecido del hijo y del padre o de quien haga sus veces será la mejor manera de fortalecer nuestra confianza en el futuro, tendrá sentido, si sé ser agradecido, luchar con sentido, perdonar y soñar. Que este poema-reflexivo nos ayude a entender qué preguntamos al decir ¿cómo está tu corazón? Fabro sj
¿Cómo está tu corazón?
«¿Cómo está tu corazón?»
Me preguntaban una mañana
en aquella comunidad indígena.
Al parecer es su común manera
de preguntar con toda hondura,
una cotidiana pregunta:
«¿Cómo estás?».
Yo me quedé entumecido,
de un silencio invadido
y sin saber qué responder.
Es verdad, hay preguntas
que no sé bien contestar.
Hay preguntas tan simples,
y al mismo tiempo tan complejas.
¿Cómo está mi corazón?
¡Es una muy difícil cuestión!
Muchas veces ni yo mismo lo sé.
¿Mi corazón? ¿Existe?
¿Vive? ¿Siente? ¿Aún palpita?
¿Es de carne o es de piedra?
¿Es flexible o es rígido?
¿Cuándo fue la última vez
que lo percibí, que lo escuché,
que lo sentí y que lo consolé?
¿Cómo está mi corazón?
¡Mi corazón… que misterioso!
Me pareces tan cercano y tan lejano.
Me resultas tan familiar y tan extraño.
¿Cuántas moradas tienes en tu interior?
¿Cuántas personas has amado?
¿Cuántos recuerdos has atesorado?
¿Cuántos fracasos has soportado?
¿Cuántos secretos has guardado?
¿Cuántos deseas has engendrado?
¿Cuántos amores has extrañado?
¿Cuántos lagrimas has derramado?
¿Cómo está mi corazón?
Es una pregunta muy complicada,
porque mi corazón es enigmático,
a veces como un laberinto,
en ocasiones como un pantano
y casi siempre como un océano.
¡Mi corazón! Mi más profundo centro,
íntima sede de mis pensamientos
y cálido hogar de mis sentimientos.
¿Cómo está mi corazón?
Eso sólo lo puedo responder
a través de un dulce mirar,
un mirar que es amar,
un amar que es comprender,
un comprender que es perdonar,
un perdonar que es aceptar
y un aceptar que es confiar.
¿Cómo está mi corazón?
Eso sólo lo puedo saber,
mirando al Corazón de Jesús.
Contemplándole a Él,
para saber quién en realidad soy.
Escuchándole a Él,
para sentir mi más honda verdad.
Abrazándolo a Él,
para que su ternura sane mis heridas.
Amándolo a Él,
para que su amor me ayude
a amarme a mí y a los demás.
¿Cómo está mi corazón?
¡Sufriendo! ¡Llorando! ¡Extrañando!
¡Latiendo! ¡Confiando! ¡Anhelando!
Y por siempre y para siempre amando. (Poema tomado de pastoralsj.org).
PARA PENSAR
¿Qué QUIERO DECIR CON FELIZ DIA PAPA?
Que mi corazón agradecido y lo tengo presente.
¿ES FACIL SER PAPÁ HOY?
Nunca lo ha sido, pero hoy más que nunca lo necesitamos experimentar.
¿CUÁLES SERÍAN LAS CUALIDADES DE UN HIJO AGRADECIDO?
La memoria, la fuerza por ser mejor en la vida y la sonrisa amorosa