Pongamos en contexto el tema de calidad de vida que de alguna forma nos ocurre a todos los humanos y lo topamos en el video tips para mis amigos en adulterio.
El apego es cuando quieres a una persona para que te haga feliz y te dé lo que tú deseas, que puede ser sexo, dinero, estatus o protección, consumismo para saciar la vanidad etc.
Es un sentimiento de dependencia, de enganche: y se escucha “no puedo vivir sin ti», «sin ti mi vida no tiene sentido», «tú me haces feliz”. Es un estado ilusorio de la mente.
En una relación de apego, la pareja necesita al otro para que él la complete, para que llene su vacío interior, para que la haga feliz, para que le haga olvidar desilusiones anteriores etc. No hay libertad, sino dependencia, esclavitud.
Y cuando falta algo de lo prometido, se produce un gran vacío interior y se cree, que la rutina mató al amor. Es mental, egocéntrico, no hay madurez, hay escasez emocional y buscas al otro, necesitas al otro para que te llene y de haga feliz.
En cambio, cuando en lugar de apego, hay AMOR en una pareja, lo más importante es: «desear que el otro sea feliz”. Pase lo que pase, decida lo que decida, tanto si está con nosotros o no, el AMOR verdadero únicamente desea la felicidad del otro.
No hay dependencia, pues «cada uno es una fuente de AMOR, ninguno llena el vacío del otro, pues cada uno está lleno de AMOR, y entonces lo comparten».
En una relación de AMOR, hay libertad, hay expansión de la conciencia.
Es una ayuda mutua para el camino espiritual de las dos personas que están compartiendo AMOR ❤
Cuando estás enamorado, te pierdes a ti mismo. Es una pérdida de la conciencia, pues se vive en un estado totalmente ilusorio, y lo tomas como la capacidad de comprensión, no hay ego, no hay mente, es un sentimiento del corazón, del alma, y puedes estar con la otra persona, o en soledad temporal, porque te sientes lleno, al ser una fuente de luz.
Esas son las grandes diferencias entre el apego y el amor que, si te desprendes del egoísmo, tu unión está garantizada, caso contrario termina en separación, en divorcio, y desilusión con los problemas que acarrea cuando fruto de esa relación tienes descendencia.