6 julio, 2024

Los desafíos de los ecuatorianos

Nosotros los ecuatorianos enfrentamos una variedad de desafíos en nuestra vida diaria, que lógicamente varían según el nivel económico de cada uno, pero todos compartimos el nivel de inseguridad en nuestro país, que es uno de los desafíos más grandes con el que tenemos que vivir.

El nivel de delincuencia, sobre todo en Guayaquil y Durán es altísimo, además de que ya hemos pasado por situaciones traumantes como la del 9 de enero del presente año, en la que una de las bandas narco criminales del país, se tomó un canal y soltaron amenazas.

Ese día hubo muchos heridos y algunas muertes, así mismo, hemos vivido situaciones similares casi con mucha frecuencia; pero este no es el único problema con el que vivimos día a día, también está la falta de empleo y pues la mala economía con la que contamos.

Debido a esto, muchos trabajan en los sectores informales por lo que no cuentan con estabilidad laboral, actualmente estamos viviendo con reiterados cortes de luz y pues esto ya ha venido desde el año pasado.

A pesar de esto, agradezco ser ecuatoriana porque amo a mi País y sobre todo tener la posibilidad de contar con una buena educación para poder superarme, así pues, demostramos que los ecuatorianos somos resilientes y siempre tratamos de seguir adelante.

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La Asociación de Municipalidades de la Provincia del Guayas decidió conformar una mancomunidad de tránsito para ejercer la totalidad de la competencia de tránsito de conformidad con la Constitución y el Código Orgánico Territorial Autonomía y Descentralización COOTAD. Esta Mancomunidad delegará el control de tránsito a la Comisión de Tránsito del Guayas. Asimismo en los estatutos de dicha mancomunidad se establecerá, entre otras cosas la integración del Directorio y del Director Ejecutivo.

La acertada decisión que comentamos me recuerda lo que me ocurrió el día 16 de Marzo del presente año aproximadamente a las 9 de la mañana, cuando ingresé a la calle Arroyo del Rio de la ciudadela los Ceibos. Manejaba a no más de 25 kilómetros por hora y divisé a un vigilante que se encontraba parado en la vereda junto a una moto. En ese momento sonó mi celular y lo saque de la cajuela para apagarlo. El mencionado vigilante me pidió que me detuviera y le enseñara mis documentos, sin decirme porque tomaba esa actitud. Viendo que todos los documentos estaban en regla manifestó que venía hablando por teléfono. Le respondí que a él le constaba que no había hablado por teléfono porque la distancia que nos separaba era menos de un metro. No entendió y me citó.

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