7 septiembre, 2024

¿Dónde está la plata?

Frase inolvidable pronunciada por mi querido amigo y compañero de aula en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Vladimiro Álvarez Grau, un hombre íntegro y leal, a quien el país conoce porque ocupó las carteras de Educación, Trabajo y Gobierno con suma honradez y fue también Rector de su, de nuestra, Alma Mater. Tampoco podemos olvidar la paliza que le propinó el salvaje, disculpen la expresión, del engrillado Jacobo Bucaram Pulley. Mis respetos y cariño para Vladimiro.

Pero no era esto lo que tenía en mente, sino un análisis de la situación económica mundial; es decir, DONDE ESTÁ LA PLATA EN NUESTRO MUNDO. 

Empezaré por Europa. Y de Europa, España. Acompaño unas gráficas recibidas de un exfuncionario español de la Unión Europea, como respaldo.

 

Respetando el espacio, dejo los comentarios para los siguientes artículos. Únicamente adelanto que una amiga española me respondió “¡Otros países están muchísimo peor! ¡España es el país de la UE que más ha crecido económicamente! ¿Eso no te lo cuentan tus amigos antiespañoles?”, incidente que me ha llevado a investigar DÓNDE ESTÁ LA PLATA en este nuestro globo terráqueo. 

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“Por quién doblan las campanas”

Cada vez que termino de leer un libro una parte de mí muere y otra renace. Muere la parte que
se entierra con los personajes al terminar la historia. Mueren lentamente las horas dedicadas
a conocerlos, a acompañarlos en sus peripecias, a sentir como ellos y ser uno entre ellos. Se va
todo eso. Pero detrás de cada muerte, se esconde la vida. La vida se abre paso como el agua que
recorre la tubería buscando la salida. Con ella arrastra las lecciones aprendidas del tiempo y las
circunstancias.

No hace mucho leí la novela estelar de Ernest Hemingway, “Por quién doblan las campanas”.
Hemingway nos regala un enérgico relato sobre la lucha por un ideal, una serie de aventuras
heroicas y descabelladas y el nacimiento de un amor inesperado en tiempos de la guerra civil
española. Cabe elogiar su impecable redacción, la psicología asombrosa visible en la concepción
de sus personajes, la urgencia del tiempo; en fin, tantas cosas… Recuerdo aquella tarde cuando
terminé de leerla, sentí un gran vacío dentro de mí, como una nostalgia de algo que nunca pasó,
pero que se siente muy real.

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