A las dos las conozco desde hace muchos años y las aprecio muchísimo.
La una es MARGARITA BARRIGA PINO.Escritora de cuentos infantiles y adicionalmente promotroa en la creación de títeres para párvulos. Estuvo casada con Armando Baquerizo (+) y tuvieron ocho hijos en su matrimonio modelo. Margarita y Armando, fueron por muchos años consejeros matrimoniales de jóvenes parejas que abrazaron la idea del matrimonio.
Juntos fundaron una pequeña librería que funcionaba en la Curia Metropolitana, pero sólo de libros religiosos católicos. Posteriormente fundaron una librería, ubicada en la Ciudadela Kennedy, donde podías encontrar toda clase de obras y géneros. A la muerte de Armando, Margarita continuó con la administración de su librería, pero luego la vendió.
Margarita se lanzó a escribir también para mayores, su última obra, esta ilustrada con pintura de su creación en el género de acuarela. Cuando nos encontramos en algún lugar familiar, le pido que intervenga en el “Salón de Octubre”, pero no he logrado convencerla. Tiene mucho futuro como escritora y pintora. Que Dios le de muchos años de vida y salud.
La otra dama es SUSANITA PINO VERNAZA, HIJA DE Don ANTONIO PINO YCAZA Y DE Doña MARÍA VERNAZA ROBLES. Lo de “SUSANITA”, es de toda la vida, fue compañera de mi hermana mayor en el Colegio María Auxiliadora de Guayaquil, se apreciaban muchísimo.
Una vez graduada de Bachiller, estudió en los Estados Unidos, donde se especializó en educación infantil, de niños de dos a cinco años. De regreso al país, fundó el Kinder “Niño de Praga”, al que tuvo la suerte de asistir el segundo de mis hijos (Jaime Francisco). En alguna ocasión, nos atrasamos en recogerlo, ya Susanita, lo tenía en su casa donde funcionaba el Kinder, con algunos juguetes y cuentos para su distracción, hasta que lo recogímos .Había una pensión mensual, pero creo que ésta no le alcanzaba para cubrir los gastos, pues ella les entregaba el material de primera, que lo adquiría en los EE.UU.
El Niño de Praga, luego de algunos años, pasó a manejarlo, su prima Mariquita Barriga, pero en los Ceibos donde vive con su prima Lola, en casa de su padre, y luego otra señora joven, pero finalmente cerró.
Tenía esta deuda con estas dos damas guayaquileñas, a quienes aprecio mucho Les anticipo mis agradecimientos por permitirme hablar, en esta columna de ambas.
Que Dios las bendiga.