Generalmente se le asocia con un artista de circo, cuya función es hacer reír a la gente, hacer bromas, piruetas y en ocasiones trucos divertidos, pero en este caso , en el IESS, tenemos un actor satírico que se burla de la cotidianidad y de la comunidad de los asegurados al IESS al hacer circular proyectos de ley y decisiones contradictorias .
Hemos tenido varios presidentes del Consejo Directivo del IESS, entre sabidos, ignorantes y mandarinas, pero este que viene del sector de seguros privados se gana el premio mayor.
Cuando la prensa acrítica le hace entrevistas, el susodicho Eduardo Peña , sabe que ,con sus respuestas ambiguas , no contrastadas y des conceptualizadas vulnera el artículo 22 de la ley de Comunicación pero le importa un comino, con tal de mantenerse en el poder aprovechando la delegación del presidente de la Republica que de seguridad social no sabe ni ostia y como la Asamblea le ha venido aprobando todo lo que le ha pedido y de la viveza criolla de los dirigentes sindicales y de agrupaciones políticas que quieren pescar a rio revuelto.
En ocasiones cuando a este caballero le hacen preguntas incomodas afirma que no habrá ningún cambio en el IESS que solo habrá una jubilación tardía pero voluntaria y sus verdaderas intenciones son empezar con un proceso de reforma o privatización que logre lo siguiente:
1. Incrementar el porcentaje de aportación al seguro social del 20.6% al 30 % mensual.
2. Incrementar la edad de jubilación hasta los 70 años de edad sin considerar la esperanza de vida ni los estudios técnicos, financieros ni actuariales.
3. Incrementar los años de aportación a 33, 38 o más años.
4.Modificar el promedio de cálculo de la pensión jubilar, en vez de seleccionar los 5 mejores años de sueldo o salarios, aplicando el promedio de toda la vida laboral del trabajador , con lo cual se reduciría el monto mensual de la pensión jubilar:
5. Plantea eliminar el pago de la décima tercera y decima cuarta pensión jubilar .
6.Eliminar la pensión patronal que es materia de reforma laboral para lo cual el Consejo Directivo del IESS ni el señor Pena no tienen facultad para este tipo de reformas.
Indigna el conformismo de cierta clase jubilada y afiliada y aun de la Asamblea y de la Corte Constitucional y Ejecutivo que a la postre son los culpables de las crisis endémicas y de la quiebra anunciada e inducida del seguro social obligatorio.