Tuvimos la suerte de ser invitados nuevamente a un concierto de jazz, con la presentación de una banda extraordinaria, en la cual cada instrumentista era un experto.
La soprano era una jóven cuya voz agradó al público y se llevó los aplausos, junto con su hermano que tocaba el acordeón. como pocas veces he visto a alguien dominar también este instrumento musical, también se llevo los aplausos de los demás invitados.
Participó un joven tenor que interpretó algunas canciones con la soprano y en solitario, que también se llevó los aplausos de los presentes en este acto cultural, cuyos organizadores no lo hacen con fines comerciales, pues todo lo hacen en cada ocasión con diferentes escenarios y sus correspondientes arreglos y por supuestos con riquísimos piqueos. el saldo es para los músicos.
Al final del evento pudimos conversar un rato con la dama soprano y se sorprendió saber que era amigo de su padre, por haber sido compañero de trabajo, en áreas diferentes en el banco continental de guayaquil. ocasión también propicia para conversar con amigos que ya no ves muy a menudo o amigos nuevos, por lo menos algunos minutos, antes de retirarnos.
como las ocasiones anteriores, cerca de la 11 p.m.,ya estábamos de regreso a casa.
Ojalá se realice una nueva presentación en el mes de octubre, me gustaría escuchar intérpretes de las canciones románticas de elvis presley, de los platers, de paul anka o de los iracundos y nos vuelvan a invitar, pues si no tenemos un compromiso previo e inevitable, volveremos a ir.
En esta ocasión los entusiasmamos a un jóven matrimonio, les gustó la presentación, pero se retiraron tan pronto terminó el evento.
Nuevamente mis sinceras felicitaciones a sus organizadores y los participantes musicales y actores.
Les confieso que personalmente no me gusta el jazz. de lo que he leído sobre esta género musical, éste se inició con los negros esclavos de lousiana (zona francesa antes de la independencia de los ee.uu., de los ingleses, franceses y españoles). esclavos que en sus barracas, después de largas jornadas de trabajo (cultivaban el algodón), con instrumentos improvisados, de viento tocaban esta música que les daba cierto tranquilidad espiritual, por su supuesto era una música melancólica.
Años más tarde,trabajando en la asociación de bancos privados del ecuador (abpe), felaban (la federación latinoamericana de bancos privados), organizó un evento internacional en la ciudad de Quito, invitando adicionalmente a banqueros europeos. un de los primeros en llegar a quito, fue el representante de un banco francés. fuimos con el secretario de la abape (ernesto Chiriboga), a recibirlo al aeropuerto.
Tan pronto recogió su equipaje, preguntó si en Quito tenían un sitio donde podía escuchar jazz. Ernesto le contestó que sí y se fueron a ese lugar por la noche, era la única, pero eso fue por lo menos hace 50 años, entendería que hoy deben tener más lugares para escuchar este tipo de música.
Debo indicarles que el jazz que se interpretó esa noche, no era un jazz melancólico, como ese antiguo de new orleans, era más dinámico y alegre.
Para los franceses, el jazz, se inició en París, al igual que el tango, que luego pasó a la argentina y se quedó para siempre.
Sin embargo para los detractores del jazz, eso no es música, ni siquiera un género musical, sino una interpretación individual con varios instrumentos de viento y tambor, con el cual logran armonizar diferentes sonidos instrumentales, con los que logran una cierta armonía.
“En gustos y colores no opinan los doctores”, reza un viejo dicho de los abuelos echando por la borda los comentarios negativos de los detractores o entendidos en música. yo no opino, más bien aprovecho la oportunidad de quienes tienen la buena voluntad de organizarlos, para ilustrarme, de aquello que ignoro.