Hoy adelantamos nuestro desayuno para despedir a Analía (mi nieta), en su casa.
Efectivamente, ella ya tenía lista su maleta. Los habían citado a las 10 a.m., al aeropuerto.
Analía es una niña tranquila y no deja notar sus emociones, para ella era como si se iba a Salinas, así de simple. Llegó la hora, nos despedimos.
Después de muchas horas de vuelo, llega mañana a su destino. En Madrid, la recibirá su prima que vive por allá hace unos 7 años, ella cose, pero actualmente trabaja en una empresa donde requerían una chica que hable el idioma alemán. Ella lo habla por haber estudiado en el Alemán Humboldt de Guayaquil.
Al día siguiente Analía partirá a su destino final, en una Universidad del norte de España, para estudiar Arquitectura. Ella logró una beca de estudios del 100% y sólo requiere de los gastos de habitación, que con seguridad alquilará un departamento cercano con tres amigas y solucionará ese detalle, que es muy importante, porque no siempre es fácil convivir con otras chicas, cuyas costumbres no conocen. Gracias a Dios, España es hoy en día un imán para las jóvenes latinoamericanas y existe una gran colonia de ecuatorianos y latinoamericanos, que se adaptan muy rápidamente, a las costumbres y gastronomía española, que en mi concepto la comida española es riquísima. Pero hay caso y casos, lo sé por otra nieta que estudió en Pensilvania. Una de las chicas con la que vivía, era una ricachona de la India, al parecer no cumplía con el orden que ellas se habían establecido, en la que cada una tenía una tarea semanal, para limpiar el departamento, bajar la basura en el horario establecido, cocinar, etc.
Ya quedaron atrás los famosos intercambios estudiantiles de los años 60 a los EE.UU., donde las familias con las que uno se hospedaba, eran como verdaderos padres y si tenían hijos/as, eran como verdaderos hermanos/as. Hoy las cosa han cambiado mucho y los jóvenes estudiantes en el extranjeros, tienen que vérselas casi solos y ellos mismos resolver los problemas que se le presentan en sus estudios y estadía y estar muy pilas.
Llegada la hora de despedirles, sólo le hice una recomendación: “pórtate bien”, con un fuerte abrazo y con un gran beso, nos despedimos. Sólo le pedimos que nos mande videos para saber de ella.
Ya Coca, habló con su agencia de viajes y está solicitando presupuesto para irla a visitarla dos años más tarde. Ojala no tengamos problemas con la visa, que es algo engorrosa sacarla para España. Nos quedamos tristes. Ya debe estar volando a su destino europeo.
