21 noviembre, 2024

Partió Johnny Czarninski Baier

Partió a donde vamos todos los seres humanos cuando fallecemos…??? Sus diferencias son mientras se vive, que los convierten en imperecederos, no solo en sus recuerdos sino en sus obras.

Johnny Czarninski Baier es uno de ellos, lo conocí desde casi un niño, por ser amiga de sus padres Alfredo Y Ruth y ya joven junto a su esposa la bella Nilly Shefi con quien, cada año daban la bienvenida a todos sus invitados a una gran recepción social; donde yo asistía luciendo ese medallón que me obsequiara la señora del presidente Herzog, durante mi visita con la primera dama ecuatoriana Eugenia de Febres Cordero a Israel y Nilly Sonriendo, la admiraba siempre.

Y de ahí, lo seguí a través de su juventud viviendo su Consulado de Israel, como su transformación en gran diplomático de su País.  (Un paréntesis de gratitud, como ecuatoriana, por su acción impresionante como oferente post al terremoto de 2016)

Hoy el Museo “Alfredo Czarninski”, abrirá un espacio más a la historia de su familia, para Johnny con sus cientos y hasta miles de acciones, que lo hacen digno de él por lo que seguirá viviendo en los cientos y hasta miles de empresas que creara dándole trabajo a cientos de cientos de miles de trabajadores ecuatorianos…

Y yo, como amiga de sus padres, con quienes lo vi crecer desde casi un niño…

“Por la paz del mundo”

Artículos relacionados

Médico en el Hogar

De unos meses para acá estoy en una disyuntiva: ¿Nací en el mejor o el peor momento del Siglo pasado?

Todos los de mi época, teníamos mucho miedo de que el maestro le llegase a contar a nuestros padres que nos habíamos portado mal; porque sabíamos que vendrían tras piedras palos.

Las señoras o señores de barrio nos conocían a todos y aunque no había BlackBerry ni internet, ni siquiera muchos teléfonos de línea, nuestros Padres recibían tremendos reportes de nuestro comportamiento. ¡Yo lo escuché decirle estúpido!

En esa época en que llamarte “maricón” demandaba puñete a la salida a la necesidad inmediata de lavar con sangre cualquier insinuación sobre las virtudes de nuestras madres.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×