De vez en cuando, me tomo un cafecito, en un lugar adecuado para el efecto, cuyo edificio linda con la Av. Samborondón, del cantón del mismo nombre. Desde dicho lugar se aprecia perfectamente, el paso de muchos vehículos que van hacia otros molles, o simplemente se dirigen hacia la ciudad de Guayaquil. Los buses urbanos y los buses Inter cantonales, incluido los vehículos particulares, van a excesiva velocidad, por ello el título de esta cartita que les escribo.
No hay vigilancia, en aquel lugar, los Agentes de la C.T.E., brillan por la ausencia, sólo se detienen en ocasiones, con algún patrullero, para detectar si han llevado tales vehículos particulares a la REVISIÓN, que de acuerdo con el último dígito de la placa, les corresponde realizar anualmente, y los citan.
Cuando el sr. Presidente D.N.A., va a visitar a sus padres, un buen número de motocicletas y vehículos de seguridad, custodian al vehículo del Presidente Noboa Azín, y se dirigen a mucha velocidad, aún cuando es entendible, tal custodia policial, por el afán del Presidente Noboa, de reducir drásticamente la delincuencia en el país. No sería preferible el traslado del Presidente Noboa A., desde el Aeropuerto hasta la casa de sus padres, en Helicópteros?. Se lo dejo a los expertos, la solución.
Esta Avenida, se convierte en ciertas horas en una verdadera autopista, como aquellas de Fórmula 1, de los grandes velódromos del mundo.
Lo ideal sería semaforizar el sector indicado, para bajar la velocidad de los vehículos que por ahí circulan. También a las cinco y treinta p.m., hacia la derecha del edificio donde está esta terraza, viran los vehículos que van a clases, sus alumnos, a la U.E.E.S, hasta las seis y media p.m., por fortuna al ingreso a dicho Centro de Estudios Superiores, hay agentes, que tratan de controlar tales ingresos, alternando con los otros vehículos que continúan su camino hacia otros sectores.
Dejo sentada esta inquietud, urge tomar alguna acción al respecto. Señores de la C.T.E., tienen Uds. la palabra.