Hace aproximadamente 30 años, en nuestra ciudad de Guayaquil, un correcto adolescente; producto de una excelente formación moral y espiritual por parte de sus padres. Buen hijo, buen hermano, buen amigo, conocedor de ciertos secretos de las artes marciales, fue reiterativo objeto del abuso de uno de sus vecinos de su misma edad (supuesto amigo), quien lo acosaba, lo intimidaba, lo amenazaba, lo invitaba a medir fuerzas a través de cruces de golpes. Convencido obviamente el abusador que dicho adolescente no reaccionaba por ser un cobarde.
Este dramático circulo vicioso duró aproximadamente 1 año, hasta que cierto día, el padre del adolescente, al observar muy preocupado a su hijo, le preguntó: ¿Qué te sucede hijo…Vengo observando hace algunos meses que denotas mucha preocupación…Que te está pasando? El hijo le responde: “Lo que sucede padre, es que mi vecino y amigo (NN), en ausencia y en presencia de mis otros amigos, constantemente me hace bromas de muy mal gusto, a ratos recurre a agredirme físicamente, me invita a los golpes, pero yo no reacciono porque considero que es mi amigo…cada día es peor…no me respeta…esta situación me está cansando…no sé qué hacer…”.
El padre lo mira con ternura a su hijo y le responde: “Admiro y respeto tu nobleza…Seguramente ese chico cree que eres un cobarde, y creo que lo mejor es que le pongas un punto final a dicha situación…” YA…!!!
El hijo: Entonces… ¿Qué hago, padre…? El padre: “A partir de este momento, si ese chico vuelve a demostrar esa torpe conducta contigo, debes reaccionar de manera inmediata y le dices: “Ya basta de tanta estupidez y tanto abuso de tu parte…” ¿Quieres medirte a golpes conmigo…? “Bueno, ahora mismo…” VAMOS…!!! “Te aseguro que él no va a reaccionar con violencia, va a aprender una lección y en ese preciso momento se acabará el problema…”
Al día siguiente, después de la cena, el padre le pregunta a su hijo: ¿Qué pasó con ese chico…te sigue abusando…? El hijo: “No padre, hice lo que tu me aconsejaste…mi amigo se asustó y me juró que nunca más se comportaría de esa forma…Ahora me respeta…Gracias padre…” El padre: ¿te das cuenta hijo…te das cuenta quien realmente resultó ser el cobarde…?
Creo que esta historia refleja una profundamente grave situación que vive cada familia ecuatoriana, prisionera dentro de un círculo vicioso repleto del abuso de políticos corruptos que; inmersos en un submundo de miseria humana, abusan de la ingenuidad y credibilidad de quienes esperan los catapulten al poder a través del voto.
Aquellos políticos sin moral y sin escrúpulos, pero repletos de insaciable vanidad y hambre de poder y del dinero ajeno y fácil, comprometidos y financiados por las mafias y el crimen organizado, no llegan solos a la meta fijada. Claro que no, llegan a satisfacer sus oscuros objetivos a través de quienes los eligen.
Vengo hace rato escuchando a muchas personas de diferentes círculos empresariales y políticos, así como de parte de honestos ciudadanos, que ya no saben que hacer, que es imposible vivir en el ecuador; un país sin rumbo, sin seguridad, víctima del crimen organizado y de las mafias; y para colmo; objeto del grotesco racionamiento de energía eléctrica.
Un país en el cual el gobierno y las autoridades de turno, se conforman y sienten cierto grado de satisfacción; por ejemplo, cuando nos informan estadísticamente, y como gran noticia, que ya no se ejecutan mensualmente 500 crímenes y/o secuestros con muerte como el año anterior, que dichas estadísticas han bajado un 45% (…!!!). Un país en el cual se nos dijo en gobiernos anteriores que ya no iban a ejecutarse mas apagones, que el ecuador se había convertido incluso en exportador de energía eléctrica. Pero hoy por hoy continuamos gigantescamente jodidos con cortes de 10 horas diarias de dicho básico y necesario producto. Afectando además al sector productivo del país.
Pero; claro está, se dice que la actual producción de energía eléctrica se produce mediante maquinaria hidro eléctrica, lo cual nos hace totalmente dependientes de las precipitaciones lluviosas, mientras que en otros países se genera sin ningún problema energía solar, energía eólica, y energía producto de la basura.
Un país en el cual la seguridad jurídica ha sido gravemente convertida en tan solo un simple membrete por parte de jueces corruptos que, día a día, contaminan el sistema. Un país en el cual se acude a las urnas los días de elecciones con aparente fe y optimismo, esperando días mejores, pero el momento del “vamos”, muchos se equivocan al introducir esa mágica papeleta llamada VOTO, adjudicándoselo al menos indicado. Un país en el cual, muchos dicen saberlo todo, pero nadie hace un solo carajo por nada.
“Cada quien tiene lo que se merece…”. Aquello nos expresa ese viejo dicho. ¿Que nos corresponde entonces creer…? ¿Qué tenemos lo que realmente merecemos…O que debemos actuar como aquel adolescente, dejando de ser una palurda bola de cobardes…?