Para muchos el recordar en este día a un ser amado, a un amigo, o alguien conocido que marchó a un lugar que desconocemos, puede ser que no les agrade. Pero estoy segura que esto no es el sentimiento de todos y tenemos que respetar el pensar de las personas.
El dos de noviembre es una fecha que jamás puede ser olvidada, siempre estará en nosotros, ella trae a nuestra mente numerosos recuerdos que creíamos habían desaparecido. El sentimiento es algo muy personal que nadie nos lo podrá quitar.
Pero también es importante para nosotros conocer de dónde proviene esa fecha, de este día especial para honrar a nuestros difuntos.
Empezaré contándoles algo de su origen: «el día de los fieles difuntos», fue instituido por un monje benedictino: SAN ODILIO DE FRANCIA, más o menos por el año 998.
Está Celebración, que tiene lugar el dos de noviembre, fue adoptada por Roma en el siglo XVl, desde ese entonces este día comenzó a rememorarse entre todos los católicos del mundo.
Todas las personas que celebran el dos de noviembre por lo regular se dedican a orar por sus seres queridos, para que sus almas puedan llegar al cielo. Pasando primero por el purgatorio, según la iglesia Católica, porque así esa alma se purifica y puede volar a Dios.
Ese día, en las familias, recuerdan a sus difuntos hablando sobre ellos y recuerdan todo lo que hacían, como se comportaban, si fueron buenas personas o no. En fin recuerdan todo su vida pero siempre en familia.
Luego acostumbran a ir al cementerio llevando flores. Últimamente hasta música se acostumbra llevar al cementerio, hay una canción típica que en la actualidad la tocan y la cantan a los deudos.
“NADA ES ETERNO EN EL MUNDO NI TENIENDO UN CORAZON QUE TANTO LLORA Y SUSPIRA POR LA DICHA Y EL AMOR.
TODO LO ACABAN LOS AÑOS, DIME QUE TE LLEVAS TU, SI CON EL TIEMPO NO QUEDA NI LA TUMBA NI LA CRUZ”.
Esta es una canción que se suele escuchar en el cementerio de Guayaquil, el día de los fieles difuntos.
Esta fecha en las tres regiones de nuestro país, sierra, costa y oriente, como veneran a los seres queridos son algo distintas.
Hay cosas que son un poco parecidas porque si a un hijo lo enterraron en la costa y es de la sierra u oriente van a visitarlo donde se encuentra y viceversa.
Esta conmemoración del día de los difuntos es para recordar a su familiar y participar a los demás de las bondades que ha tenido.
En muchos hogares, en especial parte de la costa, se ha adquirido la costumbre de celebrar es día poniendo en la parte de afuera de la casa una mesa grande, donde colocan fotos de sus difuntos y alrededor diversidad de platillos para brindar a las personas que pasan, inclusive suelen invitar a personas especiales para que compartan dichos alimentos y picadillos. Cualquiera se puede acercar a degustar, no necesitan ser invitados.
Hace poco escuché que quieren que esta costumbre se extienda a otras provincias del Ecuador.
En Manabí, en la provincia de Santa Elena, en sus cantones en algunos hogares ya veneran a sus seres queridos, arreglando la casa y sobre todo la mesa donde van a colocar platillos con variedad de dulces y sobre todo la colada morada, (es deliciosa) además colocan sobre la mesa fotos de los familiares difuntos, padres, hijos etc. E invitan a que los acompañen a la ofrenda de los alimentos y rezan a los difuntos para que logren encontrar el camino.
Estas son formas de pensar de cada ser humano. Cómo dije anteriormente, hay que respetar las distintas maneras de venerar a nuestros muertos.
En la Amazonia los indígenas que habitan en ese lugar llevan al cementerio comida y la chicha y bebidas todo lo que le gustaba al difunto y pasan, si es posible, toda la noche con ellos y cuando terminan de velar a los difuntos dejan todo allí en las tumbas con la idea de que en algún momento se sirvan dicho alimento.
Para finalizar como dice la canción: “NADA ES ETERNO EN EL MUNDO”.
Mantengamos siempre el recuerdo de los seres queridos que ya no están junto a nosotros honrando su memoria. Muy lindo artículo.