Quiero felicitar públicamente al Dr. Carlos Ortega Maldonado por haber construido tan bonita y espaciosa capilla, con capacidad para unas 350 personas, a la que asistimos a escuchar la misa, muchos de los feligreses ,de este sector de la Puntilla de Samborondón.
No hay nada que se le pueda criticar a tal construcción, que además cuenta con climatización, área para padres con niños pequeños y con sacerdotes de primer nivel que explican con claridad meridiana los Evangelios, que en ocaciones nos sorprenden por ser difíciles de interpretar. Jesucristo tuvo palabras muy fuertes para las personas de su época, que finalmente no lo entendieron y lo crucificaron. Sin embargo los perdonó: “Perdónalos Señor, porque no saben lo que hacen” y expiró…
Nunca entenderé del todo bien esa fábula de aquel joven que al conocer que por sus territorios estaba Jesús, le preguntó: ¿Señor he cumplido con todos los mandamientos de la Ley, y le preguntó ya me puedo ir al cielo?. Jesucristo le respondió: “No, todavía, anda, regresa a tu pueblo, vende todos tus bienes y ese dinero regálalo a los pobres”.El hombre se entristeció y se regreso a su país.
Tal parábola, la he escuchado explicar a mis maestros Jesuítas y a un buen número de sacerdotes que han circulado por esa capilla, pero sinceramente, no la entiendo en su escencia y finalidad.
Conozco al Dr. Carlos Ortega Maldonado, desde hace muchos años, desde cuando era un experto financiero. Toda su experiencia de vida, lo ha volcado a la educación en todos los niveles.
Gracias por el beneficio que aporta al país, bien por él, y sus proyectos.