14 noviembre, 2024

El cambio climático y el calentamiento global

Uno de los objetivos del viaje a Europa, del 10 al 28 de octubre de 2024, fue observar el punto de vista de los científicos de la Universidad de Navarra sobre el cambio climático y el calentamiento global para Europa y Occidente, porque estos fenómenos están marcando tendencia en las últimas décadas en todos los continentes. Es un tema obligado para cualquier persona responsable y debería estar en la agenda de todos los gobiernos del mundo y del Ecuador, que en manejo de prevención de riesgos somos un estado medieval y caótico.

Lo cierto es que el ascenso de la temperatura del planeta amenaza a la vida en la Tierra como una bomba de tiempo que debe ser desactivada a la brevedad y todos deberíamos sentirnos parcialmente responsables de llevar a cabo acciones que contribuyan a mitigar este fenómeno.

Nuestro ritmo de vida moderno es terriblemente acelerado y, por lo tanto, también es complicado. Como especie, los seres humanos consumimos tantos recursos que al planeta comienza a costarle trabajo regenerarse.

Las variaciones del clima en la Tierra siempre han existido, sin embargo, se están viendo aceleradas por causas antropológicas. La degradación del medio ambiente es una tendencia que tiene sus raíces en la cultura y en la educación, que por suerte no es incorregible, aunque ciertamente entre más tiempo pasa sin que se busque una solución, más costará revertir los efectos de estos fenómenos naturales e inducidos por la mano del hombre.

Conceptualicemos estos temas:

Las Naciones Unidas definen como cambio climático «a todo cambio que ocurre en el clima a través del tiempo, resultado de la variabilidad natural o de las actividades humanas». Y al calentamiento global, por su parte, como la manifestación más evidente del cambio climático y se refiere al incremento de las temperaturas terrestres y marinas globales.

Factores que causan el cambio climático:

  1. Las emisiones de aerosoles a la atmósfera.
  2. El aumento de las emisiones de dióxido de carbono, gas metano e hidratos de metano y, por supuesto, las emisiones de gases de efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles.
  3. Las concentraciones atmosféricas y el avance en el desarrollo de la tecnología nuclear.
  4. La creciente población mundial ha causado que se necesite producir una mayor cantidad de energía, así como también es marcado el crecimiento en los sectores de la industria, vivienda y comercio.
  5. El índice creciente y descontrolado de la deforestación e incendios, a veces provocados como en Ecuador.
  6. Los deshielos en los glaciares. Por ejemplo, la capa de hielo del Ártico se redujo unos 950 mil kilómetros cuadrados, esto es, cerca del 20 % de su superficie. Con el derretimiento de los glaciares se pierden depósitos vitales de agua dulce para la población, ya que funcionan como reservorios gratuitos, reteniendo el agua durante el invierno y liberándola poco a poco durante la primavera y el verano.
  7. Eventos extremos: Existen documentos en los que se describe que en los últimos años se han registrado cada vez un mayor número de inundaciones y huracanes intensos, es decir, los huracanes de las categorías 4 y 5 de la escala Simpson, los cuales se caracterizan por vientos superiores a 210 kilómetros por hora que destruyen tejados, inundan las plantas bajas de los edificios cercanos a la costa e incluso, requieren la evacuación de la población, como ocurrió con el DANA en Valencia, España, los sismos frecuentes en Japón, etc.
  8. Inundaciones de ríos en la época de invierno donde están construidas las termoeléctricas y en ciudades como Estados Unidos, Valencia (España). También se han producido contaminaciones como la del Sena en Italia, que han generado tragedias que en parte se pudieron remediar.
  9. Las largas sequías o estiajes que secan ríos como el Amazonas.

Medidas emergentes:

Los diferentes estudios, y los más recientes de Navarra y de las Naciones Unidas a los que tuve acceso, nos advierten que tanto el cambio climático como el calentamiento global producirán sequías prolongadas en los ríos más importantes del mundo, como el Amazonas, el Sena en Venecia (Italia), etc. Y nos recomiendan lo siguiente:

  1. Aumentar el empleo de la energía nuclear, el gas natural y reducir al mínimo el uso de combustibles fósiles.
  2. Reducir la deforestación, desarrollando un programa de reforestación a nivel mundial.
  3. Mejorar la eficiencia energética, cambiar a energías renovables, emplear agricultura sostenible, plantar y cuidar los árboles, y limpiar las chimeneas y los escapes de los vehículos.
  4. Reducir nuestro consumo de alimentos procesados de manera sutil pero consistente, con programas de planificación familiar.
  5. Normalizar la cultura del reciclaje.
  6. Tomar en cuenta las opiniones de las comunidades indígenas respecto a planes de desarrollo por la explotación indiscriminada de la minería ilegal.
  7. Destinar una mayor cantidad de recursos para la realización de investigaciones y el desarrollo de tecnologías que nos acerquen a una sociedad mucho más sustentable.

En definitiva, la mejor forma de comenzar es con una educación permanente al respecto y una mayor voluntad política y conciencia social.

La comunidad científica ha dado la alerta y ahora corresponde a cada individuo del planeta organizarnos y exigir más presupuestos a los gobiernos y, en especial, la aprobación de políticas públicas integrales obligatorias sobre el cambio climático y el calentamiento global.

Ver el video que circula por las redes sociales sobre lo que está ocurriendo en el río Amazonas y una lectura sobre el hundimiento de Venecia y de las islas en el Pacífico que podrían desaparecer si el nivel del mar sigue subiendo a causa del calentamiento global y la perspectiva de sus pobladores al respecto, que hay que difundir y prevenir un desastre mayor del planeta Tierra.

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