Pongamos en contexto el tema diferenciando los conceptos entre el pesimismo de un gran número de ecuatorianos y la opción de la esperanza de otros, que sí es posible edificar una nueva nación.
La autocrítica puede manifestarse de dos maneras: constructiva y destructiva. La autocrítica constructiva es aquella que se realiza desde una perspectiva positiva y proactiva. Consiste en reconocer nuestros errores de manera objetiva y buscar soluciones para mejorar. Este tipo de autocrítica nos impulsa a aprender de nuestros errores, fortaleciendo nuestra capacidad de crecimiento personal y mejorando nuestra autoestima.
Por otro lado, la autocrítica destructiva o pesimista es aquella que se caracteriza por ser negativa y desalentadora. En lugar de buscar soluciones, se centra en resaltar únicamente los aspectos negativos, lo que puede generar una baja autoestima y una actitud derrotista. Este tipo de autocrítica puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo de una nación, de una empresa y aun de nuestra economía familiar, producida por los errores sin rectificación de gobiernos prorrogados en la explotación que limita nuestra capacidad de reconocer nuestras fortalezas y trabajar en nuestras debilidades de manera constructiva, para salir de este inmovilismo social.
Para efectuar este intento de saber si cambiar el país es un reto posible o una verdadera quimera, he tomado la valiosa opinión de mi amigo y paisano Dr. Jorge Villarroel Hidrovo y mis recientes experiencias de cómo se levantó Europa como el ave fénix de las cenizas de dos guerras mundiales, aunque aún queden rezagos de las monarquías frente a las cuales discrepo.
Usted, mi querido lector, debe contestar sí o no a las siguientes preguntas y sacar sus propias conclusiones:
- ¿Es un golpe de Estado la suspensión de funciones por 150 días de Verónica Abad o ruptura del orden constituido del Estado al violar sentencias vía sumario administrativo para tomarse la sucesión de su cargo elegida por votación popular? ¿Sí o no?
- ¿Se puede evitar que el 1% de la población ecuatoriana concentre el 40% de la riqueza nacional, lo que produce una marcada inequidad? ¿Sí o no?
- ¿Se puede vislumbrar una mejor economía del Ecuador, teniendo en cuenta que las obligaciones de la deuda externa superan los 70 mil millones de dólares? ¿Sí o no?
- ¿Pueden los gobiernos prescindir de los dogmas económicos neoliberales de libre mercado, reducción del Estado, privatización y explotación laboral que tienen el carácter de hegemónicos? ¿Sí o no?
- ¿Es posible evitar la fuga de capitales de los grandes grupos económicos del Ecuador? ¿Sí o no?
- ¿Es ejecutable revertir las concesiones mineras, privatizaciones del suelo y agua, a sabiendas de que el Estado puede ser llevado ante los tribunales internacionales? ¿Sí o no?
- ¿Es inviable liberarse del yugo de la banca internacional: FMI, Banco Mundial, BID y financieras privadas que responden a políticas capitalistas? ¿Sí o no?
- ¿Es posible una nueva democracia que no solo se limite a los procesos electorales? ¿Sí o no?
- ¿Puede ser eliminada la corrupción de los cinco poderes del Estado? ¿Sí o no?
- ¿Es posible ejecutar un proyecto de seguridad ciudadana integral que elimine la delincuencia común, la de cuello blanco y la del narcotráfico? ¿Sí o no?
- ¿Podrá algún gobierno disminuir el desempleo que golpea al 10% de la población económicamente activa, el empleo informal del 60% y la desocupación de miles de profesionales en las diferentes especialidades? ¿Sí o no?
- ¿Puede el país liberarse del estigma de la migración? ¿Sí o no?
- ¿Existe la probabilidad de que el Estado alcance la soberanía alimentaria? ¿Sí o no?
- ¿Existen alternativas para que el país deje de depender de los recursos petroleros, en virtud de que es un recurso no renovable? ¿Sí o no?
- ¿Es conveniente eliminar las Fuerzas Armadas cuyo mantenimiento, compra de armamento y gastos reservados cuestan un ojo de la cara al Presupuesto Nacional? ¿Sí o no?
- ¿Puede el poder judicial sacar la mano de la justicia? ¿Sí o no?
- ¿En qué medida puede el país instituir un Estado eminentemente laico, alejado de las presiones religiosas y predícales? ¿Sí o no?
- ¿Puede desterrarse el tráfico de drogas, sabiendo que la demanda de los países ricos y el lavado de dinero aportan ingentes recursos a los grandes bancos nacionales y extranjeros? ¿Sí o no?
- ¿Puede el gobierno conseguir la verdadera participación ciudadana para evitar que los grupos de poder económico jerarquizado controlen el país? ¿Sí o no?
- ¿Existe la posibilidad de que el sistema educativo asuma el control, oponiéndose al negocio particular de la escuela en todos sus niveles? ¿Sí o no?
- ¿Es posible que el Estado garantice la calidad educativa mediante la dotación de infraestructura adecuada, nutrición infantil, recursos tecnológicos, escuela para padres y salario digno a los maestros? ¿Sí o no?
- ¿Existe la posibilidad de que el Estado elimine de los medios de comunicación que hacen el rol de desinformadores, manipulación ideológica, racismo y violencia familiar? ¿Sí o no?
- ¿Se puede erradicar de la sociedad ecuatoriana los perjuicios de raza, género, clase, nacionalidad, cultura y regionalismos? ¿Sí o no?
- ¿Podrá el Estado atender en forma inmediata las demandas presupuestarias de los gobiernos locales? ¿Sí o no?
- ¿Podrá nuestro país contrarrestar los aciagos efectos de la inteligencia artificial controlada por las grandes corporaciones tecnológicas y el poder capitalista? ¿Sí o no?
- ¿Podrá nuestra clase política ecuatoriana construir un Proyecto de País que nos permita edificar una Nación digna, prospera, fraterna, ética y ecológica? ¿Sí o no?
- ¿Es posible que el país diseñe un proyecto para disminuir el cambio climático y el calentamiento global? ¿Sí o no?
- ¿Es posible superar la crisis energética con fuentes de energía limpia? ¿Sí o no?
No es una encuesta ni un diagnóstico del país, pero son preguntas necesarias para superar los males que arrastramos, que han sido consecuencia de los terribles sometimientos primero del colonialismo expoliador y las oligarquías, que han gobernado nuestra patria.
¿Usted, si por un momento fuera Presidente, qué haría o qué opina? ¿Es pesimista o existe la esperanza de un cambio inclusivo, olvidándonos de las revoluciones de papel y concentrándonos en la re/evolución de las mentes para cambiar todos los sistemas político, económico, electoral y jurídico constitucional?