Ante las declaraciones del presidente francés Macron, de que “Putin no quiere terminar la guerra con Ucrania”, el presidente electo D. Trump intentó un acercamiento con Macron y con Puskinski, el presidente ucraniano, para llegar a un acuerdo negociado con Rusia.
El príncipe del Kremlin acaba de darle a Ucrania un golpe militar que terminó con su sistema eléctrico, dejando en oscuras al país, justo cuando se inicia el fuerte invierno ucraniano. También informan los diarios ecuatorianos que unos 90.000 ucranianos han desertado de la guerra, por cuanto, según ellos, irían a una muerte segura. La paz en Ucrania tardará en llegar, aun cuando los moscovitas no la consideran su guerra.
A esta buena iniciativa del Sr. Trump le han seguido tres malas declaraciones: la primera es querer comprar Groenlandia, que le pertenece a Dinamarca; la segunda, la de querer recuperar el Canal de Panamá, canales que el presidente Truman de los Estados Unidos les hizo formal entrega como dueños de ambos canales construidos por los Estados Unidos al pueblo panameño.
Quizás el propósito del Sr. Trump sería el de obtener mejores tarifas por el cruce de esta vía interoceánica, pero eso tampoco sería posible, porque le tendría que rebajar las tarifas a todos los países del mundo que utilizan esta vía interoceánica, lo que provocaría una fuerte caída en los ingresos panameños.
El Sr. Trump también quiere gravar los productos chinos importados por las empresas norteamericanas con un 25% de impuestos, lo que agravaría la situación económica de los Estados Unidos, cuya economía se debate entre la inflación y la recesión.
También ha amenazado con deportar a los migrantes ilegales en su totalidad, a pesar de que los empresarios norteamericanos los necesitan para la siembra y cosecha de sus productos agrícolas y en la construcción, pues son actividades que los norteamericanos no quieren realizar.
El 22 de enero será el cambio de mando en los Estados Unidos, toda vez que la senadora Kamala Harris ha reconocido oficialmente el triunfo del Sr. Trump y se posesionará por segunda ocasión como presidente de los Estados Unidos de América, en transición pacífica, pese a que el Sr. Biden ha declarado que D. Trump es un peligro para la democracia norteamericana.
Esperemos cómo se darán las cosas después de su posesión presidencial. La situación internacional es incierta.
