Hemos llegado al año 2025, ¿qué sentimos: felicidad, tristeza o miedo? Simplemente, no sabemos, ¿verdad?
Los años transcurren y nos preguntamos por qué pasan tan rápido, como un tren que no lleva pasajeros, sin saber su siguiente parada. Corre a una velocidad espeluznante, que muchas veces quedamos sin palabras.
Pero, a pesar de todas estas preguntas sin respuestas, continuamos viviendo lo que nos queda sin un solo cambio, como si no nos interesara nada. Tal vez los que ya pasamos los cincuenta o los sesenta pensamos de otra forma, pero la juventud parece creer que va a vivir eternamente.
Entiendo que los mayores también tuvimos momentos de rebeldía, pero siempre buscando el camino correcto. ¿Lo encontramos? Puede que sí, o puede que no, y seguimos luchando y viviendo.
Cada Año Nuevo parece que vamos a una guerra, ya que nos preparamos gastando dinero en comprar ropa, zapatos, licor, comida, etc.
Esperamos las doce de la noche, nos deseamos un feliz año, levantamos nuestra copa y brindamos por un año mejor que el que se termina, ¿estamos convencidos de eso o es simplemente una forma de expresarnos?
No lo sé, tendría que hacer una encuesta para llegar a la verdad, y yo creo que ni así lo lograría. En el fondo de nuestra mente sabemos que será toda una continuación de lo anterior, siempre y cuando nosotros lo queramos.
Si deseamos en realidad que todo sea diferente, tenemos que hacernos, cada año, un examen de conciencia para saber a ciencia cierta en qué nos equivocamos el año anterior. Es la única forma de estar preparados para cambiar las reglas del año que se fue. Si creemos que nos fue mal, debemos hacer un esfuerzo para mejorar el año que comenzamos, así nosotros sentiremos, en realidad, que el año que está llegando se convertirá en algo excelente.
El Año Nuevo es una fecha que nos hace reflexionar mucho, ya que estamos conscientes de que hemos concluido un ciclo de nuestra vida y estamos empezando otro, lleno de fe y de esperanza. Tenemos que recordar, para tener mayor conocimiento del fin de año, que este lo celebramos el último día del año, según el calendario gregoriano, en casi todos los países del mundo.
Y por lo regular, casi la mayoría de los países han vinculado el fin de año a eventos significativos. Por ejemplo, decir que tal o cual cosecha termina al finalizar diciembre.
Otro ejemplo: los ejercicios económicos de las empresas inician y terminan al finalizar diciembre.
Se pagan los aguinaldos, la niñez y juventud salen de vacaciones. En fin, tenemos que darnos cuenta de que es un cambio total.
Todo esto ha contribuido para hacer que el comienzo de un nuevo año sea al finalizar diciembre. Esto nos ayuda a entender mejor el tan esperado fin de año.
Pero también el Año Nuevo tiene otros significados: dejar atrás las cosas negativas y empezar siendo positivos. Decimos siempre «empezaremos un lindo año» y deseamos tener un mañana mejor.
Según el calendario gregoriano, los años van aumentando de uno en uno. El Año Nuevo significa el comienzo de un nuevo año lleno de expectativas, buenos deseos y la esperanza de que todo saldrá mejor.
Las nuevas energías vuelven a nosotros y sentimos renacer en nosotros la fe de que este Año 2025, que empieza, será mejor que el anterior.
El Año Nuevo marca la finalización de una órbita del sol y el comienzo de otra.
Esto es parte de la finalización de un año y el comienzo de otro en nuestras vidas.
¡Feliz 2025!
Este artículo nos deja una gran reflexión, lo que suceda en el futuro dependerá de nuestras acciones del presente. Muy interesante.