En la campaña a la presidencia de los EE. UU. hace algunos meses, yo había dado mi opinión con alguna preferencia por Kamala Harris por meritocracia, pero venció el poder económico de Trump.
Lo cierto es que el día esperado llegó y el 20 de enero de 2025 significó el inicio de algo que trasciende a un simple cambio de gobierno.
Con mis narrativas, me voy a referir solo a los países de México, Venezuela y Ecuador, más afectados en la región latina.
La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos no debe entenderse simplemente como la instauración de un gobierno cuya radicalidad ideológica de derecha marca un hito en la historia política de aquel país, sino como la muestra de algo más grande que se avecina:
- El inicio de una nueva era que estará marcada por cambios de la mayor profundidad en aspectos políticos – como la democracia y el papel del Estado –, culturales – como los principios y valores en los que se basa la civilización occidental de cuando menos las últimas ocho décadas –, sociales – como la manera en la que construimos nuestras relaciones – y económicos.
- La dominación del sistema capitalista basado en un consumismo extremo y desmedido, y naturalmente la expansión y dominación bélica en el mundo entero, incluido Ecuador con las bases militares que tuvieron luz verde de la Corte Constitucional.
Trump, durante su discurso de toma de posesión, así como en el acto de firma de órdenes ejecutivas, dejó en claro cuál será el tono de su mandato y la prioridad que concede a determinados asuntos que abonan a una lógica de ejercicio hegemónico y expansionista del poder. Los principales decretos entre los 100 anunciados, en mi opinión, son los siguientes:
- Se cierra la frontera sur de EE. UU. con México con intervención de las Fuerzas Armadas, que abarca tareas de centros de detención, logística y transporte, construyendo barreras físicas y drones, y comienza el proceso de inmigración masiva cancelando la cita programada con CBP One, para que los inmigrantes no puedan ingresar a EE. UU.
- Fin del paro humanitario en contra de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití, que les permitía entrar legalmente a EE. UU. durante dos años.
- Fin de la ciudadanía por nacimiento para ciertos inmigrantes. Por ejemplo, no se otorgará la ciudadanía a los hijos de madres indocumentadas cuyos padres no sean ciudadanos residentes o permanentes al momento del nacimiento de sus hijos, ni tampoco a los hijos de madres que, al momento del nacimiento, hayan estado ilegalmente o con visas de turismo temporal, de estudio o de trabajo.
- Suspendió el asilo en la frontera de Estados Unidos por la invasión de inmigrantes, suspendió también la posibilidad de pedir una protección a las personas que ingresan sin documentos médicos o sin su récord de antecedentes, y ordenó la expulsión o repatriación.
- Fin de las prioridades de deportación. Todos los inmigrantes indocumentados son susceptibles de ser deportados, especialmente las personas que tienen delitos o una orden de deportación.
- Se ordena que a los países que no acepten a deportados les suspendan el otorgamiento de visas e impongan sanciones. Por ejemplo, en el caso de los venezolanos fuera de EE. UU. que quieran alguna visa, si el dictador Maduro no acepta a los deportados.
- La protección temporal, denominada TPS, se restringirá.
- Más demoras en trámites de inmigración debido al cambio de la burocracia, prohibiendo el ingreso de refugiados.
Criterio Personal Adicional
En EE. UU. se activaron centenas de demandas judiciales contra Trump, porque algunos de los decretos violan las enmiendas o reformas a la Constitución de EE. UU. y se constituyen en un abuso de poder. Un decreto ejecutivo no puede estar por encima de la pirámide o categorización del ordenamiento jurídico de EE. UU., como por ejemplo el cambio No. 4, que va en contra de otorgar la ciudadanía a cualquier persona que nazca en territorio estadounidense. Además, estas medidas, por más importantes que sean, necesitan de ingentes recursos económicos para su ejecución, y aunque ustedes no lo crean, EE. UU. no tiene recursos ilimitados.
Conforme se vayan anunciando más decretos, haremos un nuevo seguimiento al tema, que indirectamente afecta a ciudadanos mexicanos, venezolanos y ecuatorianos con importantes cifras de inmigrantes en EE. UU. y porque Trump sigue anunciando medidas económicas contra México y Venezuela, con reacciones positivas y negativas de propios y extraños.