Pongamos en contexto el tema:
Cuando alguien me pregunta de dónde sacas o copias tanta información que difundes gratuitamente en las redes sociales, en páginas web, en audios y videos en YouTube, TikTok o en programas radiales, etc., si no tienes recursos, nadie te financia y tus opiniones, aunque son valiosas, no tienen eco, porque no tienes filiación política que te respalde y generas más críticas y reacciones negativas que satisfactorias.
En mi vida hay un poco de realidad en lo dicho y mi respuesta es simple: yo soy un escritor frustrado que intenta tener espacios de opinión en cualquier medio de comunicación que no sean los tradicionales de TV o de prensa, los cuales, controlados por el poder económico mediático y jerarquizados, me impiden el desarrollo de la verdad y la difusión o presentación de mis libros y de otros colegas.
Estos medios de comunicación y los políticos de mi país coartan la libertad de expresión, de pensamiento y de opinión, y me veo forzado a buscar plataformas privadas que no pagan, pero no me censuran lo que yo transmito.
A veces escribo libros de Derecho con rigurosidad académica, por mi profesión de abogado; a veces escribo libros de vivencias internas de lo bueno, lo malo y lo feo del Seguro Social ecuatoriano, por haber laborado en las áreas técnico-jurídica y administrativas durante 29 años. También escribo libros de denuncias fundamentadas contra el abuso de poder de los últimos 4 gobiernos del Ecuador y algo de geopolítica, cuya información saco de mis libros que aún no han sido confiscados. Un gran porcentaje de mis textos son libros de narrativa según la temática, porque en algo hay que utilizar la mente para superar el aislamiento, el desamor, la persecución y los achaques propios de la edad de la sexolescencia y la PV.
Con esta necesaria aclaración, no escribo por figuración, negocio o vanidad personal. Las ediciones de cada libro no llegan a los 500 ejemplares, con recursos de mi profesión de abogado hasta la pandemia o de mi pensión especial reducida del IESS. En eso no hay drama; nací con inclinación de conocer y difundir culturas para que el pueblo o mis supuestos amigos, enemigos o familiares, alguna vez vuelvan al ejercicio de la lectura, que va perdiéndose con los adelantos de la ciencia, la tecnología, el internet y la inteligencia artificial, que todo lo puede y está venciendo nuestra inteligencia emocional, el hábito de la lectura y la satisfacción de escribir, inclusive por la facilidad de escribir libros en formato digital.
Aprovechando este tema, en el mundo de las letras tenemos las siguientes características de libros:
- Libros de literatura, como cuentos, poemarios y novelas.
- Libros de consulta y referencia, como diccionarios, enciclopedias y atlas.
- Libros artísticos e ilustrados, como catálogos de museo y libros de fotografía.
- Libros divulgativos, como biografías o libros de divulgación científica.
- Libros de texto, como los empleados por los alumnos en la escuela.
- Libros técnicos o especializados, como libros de cálculo, de anatomía o de lingüística.
- Libros prácticos, como recetarios, instructivos y manuales.
- Libros religiosos y sagrados, como los libros de oración o de catequesis.
- Libros de autoayuda.
- Libros infantiles, como libros para aprender a leer o libros para bebés.
- Libros de Derecho, etc.
Yo solo escribo sobre temas de los numerales 2, 4 y 10.
Fuente: https://concepto.de/tipos-de-libros/#ixzz8yAVjM621, mi libro en edición Señor Juez, yo acuso. Ecuador sin policía pública y mi opinión vinculante con este tema La nueva normalidad de los ecuatorianos.