5 febrero, 2025

¡Jóvenes migrantes!

Hemos visto en la televisión algunos jóvenes entrevistados por los reporteros de las noticias, recién llegados en aviones militares expulsados como criminales de USA. Así de simple, así de claro. Cuando yo veo a esos jóvenes, me digo: “se parece a mi hermano menor, a muchos amigos, a mis alumnos ¿qué tienen de criminales?”. 

Cuando los escucho, y narran cómo los apresaron, con cadenas en  los pies, las manos, y cómo ellos reconocían al llegar, ya estoy en mi país, no deseo volver, buscaré trabajo, claro me volvía a preguntar ojalá lo encuentre; pero también me decía: TRUMP y compañía, tiene todo el derecho de defender su país si se siente amenazado, pero también agradecer cuando muchos migrantes han limpiados sus hoteles, o les sirven en los restaurantes o limpian los platos que comen los estadounidenses que se sirven de los migrantes ¿es justo el tratar así a las personas? Es que por el mero hecho de ser migrante ¿ya eres un criminal? 

Decía un cantante: “¿a dónde vamos a parar con esa extraña y absurda actitud?”. La cosa se empeora, porque así mismo muchos compatriotas justifican las acciones de Trump. ¿Es que no somos capaces de distinguir a las personas y ver quiénes realmente son criminales, grupos organizados y vendedores de drogas o traficantes? ¿Podemos condenar y medir a todos por la misma vara? 

Solo siento una “indignación infinita”, si puedo parafrasear el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe «Dignitas infinita sobre la dignidad humana». Reconociendo mi limitación creatural, no dejo de asombrarme el que un joven que tiene el derecho a crecer, aprender y vivir con dignidad se vea atropellado por la fuerza bruta de la ley y las armas.

El problema de la migración es un tema complejo, y la culpa no es ni de USA ni de otros países llamados del primer mundo. La causa de la migración no está en el país del exterior,  sea su atractivo o lo que se descubre como oportunidades. La causa está en el país de   origen: ¿por qué tienen que migrar nuestros jóvenes? Las respuestas son muchas. Lo cierto es que la respuesta ecuatoriana del gobierno actual ha sido pobre o miserable. Solo cuando estamos interesados en sus remesas el presidente se reúne con los migrantes en el exterior y pone varios ministerios a su servicio para que envíen las remesas de dinero. 

El silencio, justifica las acciones que está haciendo el gobierno de Trump. Cuando usan la palabra la empeoran, como hizo la Ministra de Relaciones Exteriores, justificando a los EEUU. ¿qué mismo es lo que se debe justificar? Lo que debe quedar claro, es que todo ser humano es digno por el hecho de ser humano, y cuando comete errores o barbaridades debe atenerse a las consecuencias de sus actos, siempre y cuando se hayan evidenciado sus malas o pésimas acciones.

No deseo que ningún familiar mío ni alumno mío, que migre por cualquier motivo sea tratado como un criminal. No lo es, no se lo merece. Si se ha portado mal, asuma su culpa y sea juzgado y castigado en función de la proporción de su falta u errores. ¿Por qué se puede hablar de “Dignidad Infinita”. Nos dice el documento romano:  

Desde los inicios de su pontificado, el Papa Francisco ha invitado a la Iglesia a «confesar a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano» y a «descubrir que “con ello le confiere una dignidad infinita”», subrayando con fuerza que esta dignidad inmensa representa un dato originario a reconocer con lealtad y a acoger con gratitud… Sólo «reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad». Según el Papa Francisco «ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo», pero también es una convicción a la que la razón humana puede llegar mediante la reflexión y el diálogo, ya que «hay que respetar en toda situación la dignidad ajena, es porque nosotros no inventamos o suponemos la dignidad de los demás, sino porque hay efectivamente en ellos un valor que supera las cosas materiales y las circunstancias, y que exige que se les trate de otra manera. Que todo ser humano posee una dignidad inalienable es una verdad que responde a la naturaleza humana más allá de cualquier cambio cultural». En realidad, concluye el Papa Francisco, «el ser humano tiene la misma dignidad inviolable en cualquier época de la historia y nadie puede sentirse autorizado por las circunstancias a negar esta convicción o a no obrar en consecuencia».

No quiero desarrollar más, con esto es más que suficiente decir que DEBEMOS LEVANTAR LAS VOCES y “no quedarnos mirando el cielo” para defender a nuestros hermanos migrantes que tienen derecho a una vida digna, y a los que llamamos delincuentes, asegurados quiénes son, tiene el deber de asumir sus responsabilidades.  

Muchas personas en especial las que ejercen el poder, lo hacen desde el miedo irracional y no desde la argumentación racional, ya que lo que se ve es la XENOFOBIA DE TRUMP y de quienes piensan como él. Y este miedo a lo extraño, al extranjero es irracional: “nace de un rígida y errónea consciencia de separatividad, que hace ver a los otros como radicalmente “extraños” (extranjeros) para uno mismo. Y que tal actitud solo puede revertirse en la medida en que los humanos, más allá de miedos e inseguridad que habremos de atender, podamos crecer en la consciencia de unidad. En latín hay dos formas de referirse al otro: como “alius” (de ahí, “alienígena”: amenaza) o como “alter” (de ahí, “alteridad”: riqueza). Solo anclados en la consciencia de unidad, será posible ver al otro no como amenaza (“alius”), sino como riqueza (“alter”)”. 

PARA PENSAR

¿Por qué MIGRAN NUESTROS JÓVENES?
Porque buscan una vida más digna que no les dan sus gobiernos

¿Por qué tratamos mal al extranjero?
Porque tenemos miedo.

¿QUÉ ALTERNATIVAS TENEMOS?
O reconocer al otro como ALIUS, amenaza, o como ALTER, riqueza.

 

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