“Qué difícil y qué complejo esto de gobernar inocentemente”, Albert Camus.
Cierto orden y organización básicos, en la política de una sociedad, son tan necesarios como el alimento diario de los integrantes que la integran…De lo contrario todo sería, en sus relaciones sociales, solo resultado de una anarquía sinónimo de aberración ideológica. Nadie se entendería con otro ni las leyes tendrían el poder de ser obedecidas. ¿El caos, entonces, estaría reemplazando a una lógica social mínima, que detiene el camino del bienestar?
Para evitar situación tan negativa los partidos políticos son los obligados a plantear los diferentes caminos del entendimiento ciudadano. Algo, por supuesto, que nada tiene que ver con la actualidad partidista, en que sus líderes solo ven, en sus partidarios, borregos de apoyo a su autoritarismo. Autoritarismo, que, según los intereses en juego, se transforman en dictaduras de control y represión. ¿No es que, en Latinoamérica, en casi todos sus países, lo dictatorial ha sido su objetivo político que niega, de por sí, la excelencia de la educación, de la libertad en el pensamiento?
Cuando aparece la democracia muy poco dura en su accionar, y para los mandones de siempre no pasa de ser robo. ¿Cómo entender semejante atropello, y vivir con sinónimo del instrumento que les permite el crimen y el una luchar Constitución que nos dice que “la soberanía radica en el pueblo”? Pero en un pueblo con libertad para las injusticias sociales, para obtener trabajo bien remunerado, para marchar por las calles sin que la policía lo impida, para integrar cualquier partido político sin ser perseguido, para destituir y encarcelar a los jueces corruptos y gobiernos fraudulentos.
Todo dirigido a vivir una democracia con más responsabilidad individual y comunitaria… “La ciencia contra la política que enrola estos menesteres, explicaba hace más de dos mil años Protágoras de Abdera, es lo más importante en el conocimiento y la práctica del desarrollo social…”.
Debemos sentirnos avergonzados y culpables que aceptamos a nombre de la pírrica, y desacredita democracia, los corruptos, las ratas comunes, avezados delincuentes, con todos estos , No es posible que nos sintamos, horrorizados, con estupor, asombro, estupefacción, aterrorizados, indignados asombrados, aterrados, escandalizados, sorprendidos, impresionados, que los delincuentes, narcotraficantes, corruptos, criminales, estén protegidos, amparados, por los jueces, fiscales, en cambio las personas más vulnerables, estemos, en la completa INDEFENSIÓN,