Protagonizada por la Liga Azul
Fue en la Constitución de Montecristi, proclamada en el año 2008, donde el autor totalitarista (Rafel Correa Delgado) de esta deplorable novela en su versión ecuatoriana, insertó al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social como uno de los cinco poderes del Estado ecuatoriano, la primera falacia democrática que le permitió, a través del poder sobre lo electoral, cooptar el estado en su integridad; desde entonces y hasta ahora, el CPCCS, cuenta con atribuciones, entre otras, de organizar el proceso y vigilar la transparencia en la ejecución de los actos de las comisiones ciudadanas de selección de autoridades estatales, cuyos pronunciamientos sufren de la misma característica de no vinculantes, es le pleno del Consejo, quien acepta o no las impugnaciones, quedando la selección en manos únicamente de menos de diez personas.
El elenco principal del desenlace de la novela del CPCCS lo conforman siete consejeros principales y siete suplentes, quienes, según la ley, deben ser elegidos mediante sufragio universal, directo, libre y secreto conforme el reglamento de elecciones; y para “garantizar” la no “politización” de los candidatos, y por consecuencia, del Consejo, el mismo Código de la Democracia, no les permite hacer campaña política fuera de los espacios de promoción que les otorga el Consejo Nacional Electoral, ni ser auspiciados por ningún movimiento político, ¿a ustedes también les parece irónico al igual que a mí?.
Ahora bien, son precisamente estos protagonistas, una vez electos, quienes se han visto envueltos en bochornosas denuncias, shows mediáticos y escándalos politiqueros, que han dejado como resultado dieciocho destituciones de consejeros desde al año 2019 hasta el 2025; esto ha provocado que la institución tenga como carta de presentación una evidente inestabilidad, agravada por la presencia activa de distintas fuerzas políticas que han buscado incasablemente tomarse el control de la misma. El último gran capítulo fue protagonizado por la famosa y polémica “Liga Azul para salvar a la Patria”, el 7 de febrero del 2025 fueron destituidos, por resolución del TCE (Tribunal Contencioso Electoral) Augusto Verdura, Eduardo Franco Loor, Yadira Saltos y Vielka Párraga, consejeros abiertamente afines al correísmo, por haber incurrido en una infracción electoral considerada como muy grave mientras eran candidatos a ocupar esta dignidad de elección popular en los comicios de febrero del 2023; se podría con esto, avecinar el cierre del telón del CPCCS tras casi diecisiete años de vida pública, en la siguiente oportunidad que a través de los medios constitucionales, la ciudadanía pueda decidir sobre su existencia.
Y es así como tenemos una muestra más de lo creado en una década perdida, en donde nos gobernó quien tanto daño le hizo al país y hoy se encuentra prófugo de la justicia en Bélgica, pretendiendo tener el control de un Ecuador que clama por la cura del cáncer correísta.