18 marzo, 2025

El Carnaval

El Carnaval es una fiesta popular que se celebra casi en todo el mundo. Esta fiesta tiene lugar cuarenta días antes de la Cuaresma y, además, es una festividad móvil que no tiene una fecha fija en el calendario.

El Carnaval de este año 2025 se celebró en los primeros días de marzo. Son tres días de fiesta con licor, bailes y, muchas veces, disfraces. Durante estas celebraciones, suelen ocurrir pequeños o grandes desmanes, que a menudo son producto del licor desmedido que consumen los participantes.

Para tener una idea completa del Carnaval, debemos remontarnos a las fiestas paganas que se celebraban antiguamente para agasajar a Baco, el dios del vino. También en Egipto celebraban a Apis, el dios de la fertilidad.

Nos preguntamos: ¿El Carnaval es pagano o cristiano? El Carnaval proviene de antiguas fiestas paganas de la Roma antigua, por lo tanto, no podemos decir que tiene un origen bíblico. Estas fiestas, llamadas carnavales, ya las disfrutaban los campesinos hace unos cinco mil años a.C.

Estos campesinos, llamados sumerios, habitaban en el sur de la antigua Mesopotamia, considerada la civilización más antigua del mundo. Ellos ya celebraban grandes bacanales durante la época de la cosecha, organizando festividades para ahuyentar a los malos espíritus, como parte de la adoración al dios Baco.

En Grecia ocurría lo mismo, pero allí adoraban y celebraban a la diosa Apis, quien era la diosa de la fertilidad. Con el paso del tiempo, estas fiestas o bacanales, que se celebraban en estos pueblos, solían convertirse casi en locura.

Con el tiempo, se volvió una costumbre celebrar el Carnaval en muchas partes del mundo, y se acordó celebrarlo durante tres días, con agua, serpentinas, carros alegóricos, exceso de licor y desmanes. Aunque esto depende del control que cada gobierno tenga sobre sus habitantes.

Por estos motivos, en algunos países se trató de eliminar la fiesta de Carnaval. Sin embargo, hasta la fecha no se ha logrado sacar del calendario. Tal vez esto se deba a que días después viene la fiesta de la Cuaresma, una festividad completamente diferente a las carnestolendas que acaban de celebrarse; esta última es, de hecho, una fiesta totalmente religiosa.

En algunos países, los presidentes y asambleístas intentaron eliminar las fiestas del Carnaval, pero fue totalmente imposible.

En Perú, el Carnaval se celebra con comparsas, especialmente en la sierra, la selva y la costa del país. Tiene un nombre muy particular: el «Carnaval Albaquino». Este carnaval agradece a la Pachamama y a la naturaleza, integrando danzas y vestimentas coloridas. Además, el carnaval peruano tiene un personaje central llamado «Ño Carnavalón».

En Chile, al Carnaval lo llaman Carnaval Andino, o «Inti che amampi», que significa «con la fuerza del sol». Este carnaval atrae a más de cien mil personas y cada año cobra más vida, gracias a un número creciente de fraternidades.

Tenemos también el Carnaval más grande del mundo: el Carnaval de Río de Janeiro. Este se celebra con mucha samba y caipirinha, junto con los respectivos excesos que suelen ocurrir en estas fiestas, sin que nadie intente controlarlos. Las personas pierden el sentido de la responsabilidad y no les importa nada, ni siquiera su vida.

En Ecuador, el Carnaval se celebra en todas sus provincias. Lo primero que hay que destacar es que los carnavales son celebrados con mucha alegría, ya que la gente tiene tres días de vacaciones. No se trabaja, y la gente se dedica a beber y a jugar, echándose agua.

En cada provincia de Ecuador, el Carnaval se celebra de manera diferente, pero casi siempre incluye carros alegóricos, comparsas, globos y agua para mojarse. Lo que no puede faltar en estas fiestas del dios Baco (el licor en grandes cantidades).

El Carnaval se vuelve especialmente bonito cuando alguna provincia decide hacer desfiles de carrozas y elegir a la reina del Carnaval. Se viven momentos de alegría sana y llena de felicidad. Sin embargo, cuando las personas pierden el control de sus actos, es terrible, especialmente en los tiempos que vivimos, en los que el respeto se ha perdido por completo. A veces, sería preferible que este tipo de fiestas se terminaran.

En algún momento de la historia, alguien intentó acabar con esta festividad, pero fue imposible. El Carnaval es una fiesta que ha marcado la vida de los pueblos y tiene una tradición que no se puede cambiar de la noche a la mañana, ni alterar el sentir de los ciudadanos.

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