2 abril, 2025

Cómo hablar de política sin perder amigos

Es desalentador entrar en las redes en tiempos electorales, he visto muros con notas despectivas solo porque el candidato o candidata no es de su preferencia, gran cantidad de memes carentes de gracia, considerando la importancia de lo que está en juego, no se contrasta la información recibida en los «chats de las tías», como se denomina a los mensajes falsos que circulan con rapidez entre parientes y amigos.

Estamos ante una elección «crucial», dicen los medios tradicionales, y también en las nuevas plataformas, excusa reiteradamente utilizada para manosear la tan accidentada democracia y justificar la manipulación sobre las masas.

Ante esta realidad es difícil opinar en redes sobre los personajes finalistas en esta reñida contienda, sin ganarse enemigos. He dejado de seguir a personas que creen tener la verdad absoluta sobre las virtudes de su candidato preferido, acentuando con vehemencia los defectos del candidato opositor, y no existe término medio en ninguna de sus convicciones. 

Imagino que esas posturas radicales tienen su origen, no tengo el tiempo suficiente como para ahondar en esa investigación, pero cada quien tiene el derecho de expresar sus pensamientos y emociones, el problema surge cuando se trata de imponer una única idea.

Definitivamente, la manera de hacer política ha cambiado, las nuevas tecnologías abrieron paso a innovadoras creaciones mediante el uso de la IA. Pero lo que sigue igual, desde que tengo memoria política, es el abuso del poder, tema que tampoco me interesa profundizar ahora por el breve espacio que caracteriza a un artículo. 

«Si discute usted, y pelea y contradice, puede lograr a veces un triunfo; pero será un triunfo vacío, porque jamás obtendrá la buena voluntad del contrincante» escribió Dale Carnegie, en su libro «Cómo ganar amigos e influir sobre las personas». 

Gran dilema planteado en elecciones, debido a la poca tolerancia de las personas y al desinterés por investigar e informarse mediante medios neutrales, considero que uno de ellos es Lupa Media, en la plataforma X, donde aplican su método para detectar si una noticia es verdadera o falsa, contribuyendo a mantener una sociedad informada con veracidad.

Dejé de seguir a los extremistas sin criticar su posición partidista ni enfrentar sus ideales, primero por respeto a mí misma, porque no creo que nadie tenga el derecho de influirme de manera insidiosa, y porque fueron detectados aquellos que solicitan amistad en redes solo para que te conviertas en un número que incremente egos.

Cómo hablar de política sin perder amigos o romper lazos familiares, en un asunto que debo manejar con pinzas, porque hay gente valiosa entre mis contactos a quienes aprecio, ya que en otros aspectos manifiestan afectos diferentes, además, coincidimos en temas que enriquecen el intelecto y el alma. Perder amigos por política nunca será buen negocio, detrás de las peleas mediáticas de los gobernantes, siempre habrá un entretelón de grandes intereses ajenos al ciudadano común, quien solo anhela tener mejor calidad de vida y herramientas para superarse.  



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