15 abril, 2025

La Soberana Orden de Malta y una amistad para siempre 

La Soberana Orden de Malta, fue fundada en el siglo XI en Jerusalén, su cede está en el Palacio Magistral de Roma, desde 1834.  

Se trata de una organización religiosa católica, reconocida por las Naciones Unidas, que tiene múltiples actividades de diplomacia humanitaria y relaciones internacionales, entre las que destacan: la ayuda a refugiados, asistencia en desastres naturales, enfermedades y epidemias; infraestructura médica y asistencia social. 

Es una de las instituciones más antiguas de la civilización occidental y cristiana.

Su historia data desde  1048, en la época de las Cruzadas, cuando fue fundada la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalem, con finalidades de beneficencia y para defender los territorios cristianos. 

Reconocida por la Iglesia Católica desde 1113, la Orden se radicó en Chipre y luego en Rodas. Adquirió poder político, económico y militar y estableció relaciones diplomáticas con otros estados. En 1530, con el apoyo del Emperador Carlos V, ocupó la isla de Malta, dominio que perdió en el reinado de Napoleón Bonaparte. Finalmente, en 1834, se trasladó a Roma, en donde goza de extraterritorialidad. Esta antigua institución es conocida actualmente como la Orden Soberana y Militar de Malta.

El lema de la Soberana Orden de Malta es:  “Tuitio Fidei et Obsequium Pauperu”, que significa «testimonio y defensa de la fe» y «asistencia a los enfermos y los necesitados».  Su símbolo es la cruz octogonal blanca, cuyas puntas representan las ocho bienaventuranzas.

La Soberana Orden de Malta mantiene relaciones bilaterales con más de 100 Estados y con la Unión Europea.  Para pertenecer a la Orden de Malta se debe ser invitado y cumplir con ciertos requisitos de moralidad y comportamiento católico.

Requisitos de admisión:

Tener una moralidad y conducta católica intachable.

Haber realizado méritos relevantes para la Orden de Malta, sus instituciones y sus obras humanitarias.

Ser admitido por los Prioratos y Asociaciones nacionales de cada país.

Pienso que las instituciones son, de alguna manera, el reflejo de quienes las conforman. En ese sentido doy fe de que en la Orden de Malta hay gente excepcional. Tal es el caso de Oscar Eusebio Argueta +,”Chebo Argueta”, un amigo para siempre, quien  fue secretario director de la Orden de Malta en El Salvador. Él junto a su esposa Celina y su muy distinguida familia, nos recibieron en un viaje que hicimos a San Salvador, Victorino, mi esposo, mi hija Karyna y yo. Era una época convulsionada en el hermano país de Centro América. No se podía andar solo por las calles, corrias el riesgo de ser víctima de la delincuencia organizada. Ir al centro de la ciudad era prohibitivo. Pero, yo queria conocer la Catedral, que está en el centro; estar ahí, donde fue asesinado monseñor Romero y donde están sus restos. Chebo trató de persuadirme de que no vaya. Más, al ver mi determinación, él y su esposa nos llevaron. Dios nos cuidó muy bien, conocimos la Catedral y pude rezar ante el ahora santo Arnulfo Romero y Galdámez. Inclusive, tuve suerte, ese día repartieron estampitas con su reliquia, una de las cuales conservo. Chebo nos llevó también a conocer la sede de la Soberana Orden, nos enseñó un libro muy importante, entre las personalidades que destacan en el mismo, con beneplácito leímos el nombre del presidente Gustavo Noboa.

En el Ecuador también hay una embajada de la Soberana Orden de Malta, cuaya existencia en el paìs data desde  1953, cuando el  presidente Velasco Ibarra, mediante decreto 1354, reconoció a la Orden como “una institución dedicada a los más altos y nobles fines humanitarios” y estableció con ella relaciones diplomáticas. En 1970, las respectivas representaciones diplomáticas fueron elevadas a la jerarquía de embajadas. Desde entonces, la Orden ha desarrollado en el Ecuador actividades humanitarias  brindando asistencia a hospitales y ayuda a las víctimas de catástrofes naturales, normadas desde 2001 por un acuerdo de cooperación.

En la presidencia  de Rafael  Correa se expedió el decreto 1052, en el que se resolvió interrumpir las relaciones diplomáticas, las mismas que fueron restablecidas en 2019, fortaleciendo la cooperación en proyectos humanitarios, los cuales se llevan a cabo en la actualidad, en distintas regiones del país. 

El pasado jueves 3 de abril del presente año, mi esposo y yo tuvimos el agrado de asistir a una celebración ofrecida por el consejero de la Embajada de la Soberana Orden de Malta ante la República del Ecuador, D. Ricardo Ortega Maldonado y Sra., en su Rancho “La Mina”, provincia del Guayas. Un coctel en honor de la visita del Excelentísimo Embajador de la Soberana Orden de Malta en el Ecuador, D. Petrus Fernandini y Bohlin, a la cual asistieron miembros del Cuerpo Diplomático de la ciudad y del país. La celebración fue exquisita, gracias a sus excelentes anfitriones y el Embajador se lució con su presentación sobre las actividades de beneficencia de la Soberana Orden de Malta en nuestro país. 

Alfredo Guzmán Fernández, Embajador Petrus Fernandini y Bohlin, ministro consejero Patricio Álvarez Plaza, y consejero Ricardo Ortega Maldonado.

 

Junto a los representantes de la Soberana Orden de Malta, la cónsul honoraria de Honduras en Guayaquil, Esmeralda de Parodi y Dinorah de Luzi.

 

Caballeros de la soberana orden de Malta: Arturo Griffin, Arturo Feraud Noboa, Alfredo Guzmán Fernández (presidente de la Asociación de Caballeros), Santiago Roca y Juan Trujillo Espinel.

 

Dr. Teodoro Maldonado Riera, ex diplomático ecuatoriano en Londres y Dr. Víctor Alfonso Abad, cónsul honorario del Perú en Santa Elena.

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