18 abril, 2025

Chat Historiadores 

Hace aproximadamente 8 meses decidí crear el chat Historiadores con el propósito de invitar a historiadores y estudiosos de la historia de nuestra ciudad para analizarla a profundidad; ella ha sido tradicionalmente manipulada o escrita en base a verdades a medias por mala fe o ignorancia. Durante el último medio siglo o más la historia ecuatoriana ha sido escrita en ciudades de la Sierra, particularmente en Quito.  El citado chat se ha convertido en un foro en que se analizan diferentes episodios de nuestra historia y se hace un esfuerzo port buscar la verdad histórica, aunque cause polémica entre sus miembros que se aproximan a 13. Cualquier historiador guayaquileño que piense que pude hacer importantes contribuciones se encuentra invitado a participar. De los invitados, apenas se salió uno y me causó enome sorpresa por ser estudioso de la ciudad de guayaquil. No participó con ningún aporte ni me contestó la causa de su alejamiento. Pero no llama la atención, hay que tener presente que una característica del guayaquileño es la desunión.

Este es un pequeño esfuerzo que se ha hecho comparado con la cantidad de medios de comunicaciones que hay en Quito, la mayoría promovidos por universidades o de iniciativas propias que usan para impulsar sus publicaciones de historia. Con tristeza hay que admitir que muchos libros de historias publicados en Guayaquil no aportan nada por ser repeticiones de historias escritas en años anteriores y hay que cambiar esa forma absurda de “investigar”. Guayaquil requiere desesperadamente de jóvenes historiadores; los que quedamos nos acercamos a 80 años y más, ya estamos de salida, uno con enfermedades y otros sin animo de seguir devorando páginas para encontrar algún documento desconocido que cambie nuestra historia. 

A continuación, es un aporte mío al chat sobre episodios de Vicente Rocafuerte que no han sido estudiados a fondos, ni siquiera por los más estudiosos de tan extraordinario guayaquileño. 

No todos los biógrafos de Vicente Rocafuerte, Zúñiga y Cordero, los más dedicados a escribir la vida de tan importante personaje histórico guayaquileño, se preguntaron y reflexionaron por qué Rocafuerte abandonó Guayaquil en 1819 cuando supuestamente había regresado después de décadas de ausencia de hacer sus estudios en Europa, más de 15 años. Se suponía que retornaba para establecerse y hacerse un futuro dentro de su patria. Yo sostengo que desde 1809 ya andaba con la idea de lograr la independencia. Sus diálogos con Morales en su hacienda Naranjito fueron muy claros. Él no pensaba en independencias individuales, sino colectivas, toda Hispanoamérica y debían surgir de las sociedades secretas. Si decidió partir y alejarse de Ecuador fue porque se dio cuenta que a 1819 no había ningún movimiento en Guayaquil que pensaba en liberarse del yugo español. De haber pensado lo contrario, se hubiera quedado y liderado la independencia. Entre 1810 y 1818 debe haber tenido abundante correspondencia con pro próceres de varios territorios de la América Española. He buscado esas cartas y no las he encontrado, como muchas otras de Olmedo y otros grandes personajes de la era de la independencia y posteriores. Rocafuerte partió para Lima por un negocio de tabaco con el Virrey y luego se dirigió a Cuba donde él ya tenía contactos con los pre revolucionarios.

Años atrás escribí un artículo sobre el mencionado viaje que lo llevó hasta España donde usando la política hizo negocios, el clásico estilo de sus viajes. En España todas sus gestiones habiendo sido aprobadas nada menos que por el poder legislativo, no se cristalizaron por la independencia de Guayaquil del 9 de octubre de 1820. Rocafuerte desconocía y había celebrado su “triunfo” por las aprobaciones de la Asamblea. La falta de conocimiento de Rocafuerte prueba una vez más que la independencia de guayaquil se fraguó en días, no en semanas ni meses. Rocafuerte estaba muy informado y su falta de conocimiento no fue porque no recibió cartas, debió haber recibido muchas, pero ninguna contenía hecho alguno sobre intentos de independencia.

El viaje de Rocafuerte desde 1819 hasta1822 en que visita numerosos países, incluyendo Venezuela, no ha sido estudiado y hay mucho por descubrir. Es nuestra historia: parte es falsa, otra parte tiene enormes vacíos y otra más, está llena de supuestos repetidos.

El breve comentario mencionado salió años atrás en Memorias Porteñas. Próximamente la publicaré 

 



1 comentario

  1. Felicitaciones, Guillermo, siempre interesado en compartir tus conocimientos y tus obras, aún las no escritas por tí. Que Dios te siga bendiciendo

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