25 abril, 2025

¿Dónde está la plata?

Pongamos en contexto el tema: los ecuatorianos no se explican dónde está la plata de nuestros impuestos, de las donaciones de países extranjeros para la reconstrucción de Manabí, de tantos y tantos préstamos de organismos internacionales, de nuestros aportes al IESS. No es justo que solo le culpemos a Correa del saqueo de nuestros recursos. En esta ocasión solo les voy a comentar sobre los desfalcos en el IESS, donde laboré durante 28 años, en todas las áreas técnicas, jurídicas y en el Consejo Directivo del IESS, desde 1974 hasta el año 2000.

¿Se acuerdan, compatriotas, de la célebre frase “¿Dónde está la plata?”? La dijo el famoso político Vladimiro Álvarez. Se refería a la plata que se hizo humo tras la ayuda por el terremoto del 2016, con el aporte de 18 millones de ecuatorianos. ¿Dónde está la plata de las recaudaciones del RSI? ¿De los préstamos de los organismos internacionales de crédito? Lo mismo preguntan los asegurados al IESS, porque nos mienten diciendo que está quebrado.

¿A dónde va a parar la plata del IESS destinada al presupuesto para salud, por ejemplo?

Yo te explico, asegurado.

Para nadie es desconocido que los hospitales y centros de salud del Seguro Social viven crónicamente desabastecidos de medicamentos desde la vigencia de la Ley de Seguridad No. 55 del año 2001, situación que se agudizó durante la pandemia, con el robo descarado, incluyendo los presupuestos de los hospitales y los “diezmos” de asambleístas. Todo esto, agravado por las anomalías provocadas por la presencia de representantes del Ejecutivo y de los trabajadores en el Consejo Directivo del IESS. Los afiliados no tienen quién los defienda, ya que las vocalías del Seguro Social siempre han estado secuestradas por viejos cuadros sindicalistas y organizaciones creadas a última hora, afines al gobierno de turno. Estas terminan invirtiendo los recursos del Fondo de Salud en deudas con proveedores privados.

Es decir, el Estado ya no necesita privatizar la salud del IESS: ya está privatizada y secuestrada por los grupos empresariales de la ACHPE, con sede en Guayaquil.

Estas instituciones están protegidas por el gobierno, sus representantes y las comisiones de fiscalización de las asambleas. La última comisión, conformada por el gobierno de Lasso en el IESS para revisar pensiones, autorizó pagos millonarios a:

  1. La Junta de Beneficencia de Guayaquil: USD 682,5 millones.

  2. Solca: USD 584 millones.

  3. Centro de Servicios Médicos San Francisco: USD 316,5 millones.

  4. Inmobiliaria Teutón: USD 70,1 millones.

  5. Esculapio: USD 84,6 millones.

  6. Mana Diálisis de Portoviejo: USD 123,7 millones.

  7. Clínica Panamericana: USD 102,9 millones.

  8. Clínica Omnia Hospital: USD 101,7 millones.

Estos pagos suman un total de USD 2.346 millones, entregados entre los años 2013 y 2022. Esto representa aproximadamente el 35 % del Fondo de Salud del IESS, que ascendía a USD 6.520 millones. Este presupuesto fue aprobado de forma ilegal por las actuales autoridades del IESS, incluyendo un vocal de los trabajadores que actúa sin legitimidad. *(Datos aproximados. No incluye el año 2024 porque se nos niega la información.) Todo esto sin contar la plata que maneja alegremente el Banco del IESS en fideicomisos.

Allí está la plata. Estas son algunas de las razones por las cuales las atenciones de salud a pacientes con enfermedades catastróficas y crónicas degenerativas, como los que requieren diálisis, siguen muriendo en el IESS o terminan endeudados en centros privados, cuyas cuentas están pésimamente auditadas. Las comisiones y sus veedurías simulan fiscalizar, recibiendo las famosas “vacunas” por su silencio.

Estas entidades prestadoras de salud presionan los pagos valiéndose de los medios de comunicación tradicionales, que simulan investigar a las cúpulas del IESS y sus representantes en el Consejo Directivo del Seguro Social.

Como el Fondo de Salud se agota, a nadie le importan los déficits actuariales y financieros del sector salud, que se acumulan cada año. Ahora irán con fuerza tras la reforma al sistema de pensiones, con el riesgo de agotar el presupuesto y poner en riesgo las prestaciones del sector de jubilados y pensionistas —más de 500.000 personas— y de los futuros aportantes, que podrían terminar en la indigencia, a pesar de que el presidente de la República ofreció no subir la edad de jubilación ni los aportes. Amanecerá y veremos.

Allí está la explicación de adónde va la plata del Fondo de Salud del IESS. Y también por qué se niega la calificación en la Superintendencia de Bancos y el CNE para las vocalías a personas probadas en el campo del seguro y la seguridad social. Esto debe ser denunciado para impedir la destrucción del sistema y el remate de los recursos de los asegurados.


Ahora bien, me preguntan: ¿qué debe hacer el Estado o el próximo gobierno para recuperar en algo la economía estancada y tomar medidas contra los responsables?

  1. Reformar el SRI, que es tan ineficiente que no cobra impuestos a las grandes empresas. Ver listado en la revista Vistazo. Es vergonzoso cómo evaden y eluden el pago de impuestos.

  2. Si se quiere mantener el sistema monetario basado en el dólar, el petróleo debe ser manejado por técnicos ecuatorianos mediante mecanismos de concesiones o empresas público-privadas, pero nunca mediante privatizaciones.

  3. Disponer una auditoría externa de la deuda externa, porque desde la época de Lasso se han sacado parte de las reservas monetarias manejadas por el Banco Central.

Desde Lasso hasta Noboa han desaparecido más de USD 4.500 millones, destinados a pagar parte de la deuda externa y cubrir gastos corrientes de una burocracia inservible.

Allí está la plata, corruptos.

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