La soberanía radica en el pueblo
Los gobiernos de países con poca educación fundan su poder en la argucia y crean hechos circenses para distraer la atención de los problemas que afectan a la población.
Julian Assange, embaucador ordinario y payaso de oportunidad, es perseguido por un delito civil común, no político ni discriminatorio. Protagoniza un triste ejemplo cuando lo glorifican con protección de nuestra soberanía y así alientan a la delincuencia.
Bien calculado[aquellos que odian a la “prensa corrupta” que no sea de ellos] lo vuelven gobelianamente en un caso de discusión; la gente no tiene cómo vivir pero reciben feria.