14 marzo, 2025

Dos pasitos p’adelante y uno para atrás

Es el sistema comunista.

Acá es una copia, hecha baile, en que los ineptos del gobierno se enredan entre si, para pisar los juanetes de los ciudadanos: ¡Que si subo, no subo! ¡Que no pago, y sí pago! ¡Que no hay fraude, y hacen fraude!…

Una muestra de la ignorancia es la actitud de Vallejo: ¡Al diablo el pueblo, si yo estoy bien! Que ignora que las “Doras” las adquieren la gente de escasos recursos por motivos esenciales: Lavan para otros y ganan alguna cosa; lavan su ropa y tienen tiempo de ir a trabajar (claro que ahora ellos van a liquidar las fuentes de empleo);

Calidad educativa

Mi espíritu, análogo con la mayoría de los ecuatorianos productivos, es que la calidad educativa ha ido descendiendo en forma exponencial en los últimos años.

Los parámetros que se fijan al buscar un empleado o un colaborador, año a año, han tenido que ser disminuidos para poder contratarlos. Ahora se necesita pedir una persona con estudios de post-grado para lograr la equivalencia de conocimientos que antes tenía un bachiller.

El doctor Roberto Hanze, cuando actúo como Ministro de Educación, comenzó a implementar un método diseñado para trazar una meta de subir la calidad académica y lograr el efecto social universal que debe brindar la enseñanza. Fijar efectos valorados del proceso de formación de las personas en su cultura, los que generalmente se fijan en cinco: Filosofía (relevancia); Pedagogía (eficacia); Cultura (pertinencia); Sociedad (equidad); Economía (eficacia).

¿Centro de Contingencia?

Deliberadamente no he cerrado interrogatorios en el título, porque mientras más se adentra en el análisis de lo actuado, más preguntas e incertidumbres se presentan.

He estado seguro, por mis conocimientos, que en Ecuador existían leyes similares a muchos países latinoamericanos y del cuarto mundo, o sugerencias de las autoridades de control, sobre el método de resguardar la información y dejar constancia de los movimientos que se realicen en ellas y sus razones; pues bien: No existen, al menos: Ni yo, ni abogados consultados, ni otros Ingenieros de Sistemas, o Auditores conocen de ellas. Todo queda reducido a la buena práctica y honestidad que el Jefe de Cómputo quiera implantar.

Es imprescindible, antes de continuar, definir qué es una “Contingencia”:

Nadie te ofende

Recibí un correo electrónico de autor anónimo, siento que debo compartirlo; abusando, por el espacio tomado, de la buena voluntad del Editor:

Nadie te ofende, tú te ofendes Las personas se la pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que “alguien” les hizo.

La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida… ¡Nadie, nunca jamás te ha ofendido!

Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren.
Y las expectativas tu las creas con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.

Fraude Metodológico por Quebrantamiento Generalizado de la Ley

El 15 del mes de enero de 2007, no se posesionó legalmente quien funge de mandatario. Ese aciago día se instauró la burla a la Constitución y el Fraude METODOLOGICO, generalizado y continuo.

Comenzó cuando este régimen utilizó adulterado el texto aceptado en la votación para la Asamblea Constituyente, efectuada para secuestrar todos los poderes públicos, ponerlos a su servicio y así convertir en Fraudulento a todo el SISTEMA.

¡Por fin: se acabaron las elecciones!

Sin retractarme de que todo el proceso llevado a cabo por el des gobierno ha sido írrito y que las autoridades competentes han sido escogidas entre agnados y cognados del régimen, muy bien pagados, y si alguno quedó por ahí… lo asustaron tanto que no puede ir al baño sólo por la noche.

Ídem, con los medios de comunicación y los informadores; los “requisaron” o les aplicaron la Ley del “primero que pestañea marcha”, mientras los encandilaban con la fuerte luz que provenía de la cortes sugerencia de dejarlos sin negocio.

Después de razonar mucho mí voto

He recibido una cantidad de llamadas y correos electrónicos preguntándome que conozco de las “encuestas” y preguntándome “por quien vas a votar”, dato este último que si es lejos de la urna no se considera influenciar. Además, salvo el caso de Jaime Nebot S. por su efectividad y brillantes ha sido muy difícil llegar a una decisión óptima.

Les narraré el análisis de por qué he decido votar por los que escogí:

“¿Elecciones?”: La gran farsa

Mientras el diario El Telégrafo era “Tribuna de la Verdad” tuvimos una sesión de articulistas con el ingeniero Coronel Lucio Gutiérrez, simple ciudadano al momento.

Mi pregunta principal fue “si es que le había fallado la inteligencia”, inmediatamente aclarando que no me refería a la de él, si no a la del Estado. ¿No se había enterado de cómo se estaba penetrando las defensas del Ecuador por grupos entrenados? ¿Qué la Radio y la gente que lo atacó eran parte de un plan no nacional? ¿Por qué acepto que lo sindicaran de haber abandonado el cargo cuando él nunca salió de territorio Nacional hasta ser “reemplazado”?

Ecuador, ya no es una Banana Republic: La gran farsa

Era muy ofensivo ver, en los países más desarrollados, la caracterización que hacían de varias repúblicas centro y sudamericanas como “Banana Republics”. El escenario: Un dictador militarizado, cruel, que vivía ampulosamente y “reinaba” con sus matones: las personas, leyes y justica, era su deseo del día y estrictamente descartable.

No sé si para alguien sea una evolución que ahora nos hayamos convertido en las “Narco Republics” y el Generalísimo sea un adefesioso prepotente con los mismos síntomas demenciales.

La gran farsa: Preguntas para los farsantes

Voy a sintetizar las tantas sinvergüencerías que se ven a diario y que se mercadean para burlar a la ciudadanía. Lo haré usando preguntas que deberían ser contestadas con claridad, o que ustedes conciudadanos las mediten.

Antes de empezar, quiero aclarar que no me importa que el que engañando se ha cargado con el poder total se llame Rafael Correa. No me interesan sus gustos ni costumbres, ni su cara, color o marrullería. El cementerio está lleno de “célebres” por sus méritos o por sus infamias, todos somos pasajeros.

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