20 abril, 2025

La edad es un castigo

Normalmente no nos atrevemos a tocar el tema de la vejez, igual que el de la muerte; cuando somos jóvenes jamás pensamos que vamos a envejecer y peor aún, que algún día vamos a morir. Este tema lo ha abordado con amplitud la escritora francesa, Simone de Beauvoir, compañera inseparable de ese grande de la literatura universal, también francés, Jean-Paul Sartre. El libro La vejez que con razón se ha dicho que “Con su lucidez y su valentía proverbiales, Simone de Beauvoir encara uno de los problemas cada vez más acuciantes en la sociedad contemporánea: la vejez. ¿Los viejos son seres humanos?. El mundo actual parece negarlo, rehusándose a admitir que tienen las mismas necesidades, los mismos derechos que los demás. La vejez: víctima de una cruel marginación, amenazada por la soledad y la miseria. Muchas veces se pretende ignorar esta situación. Y no es infrecuente asociar la vejez a la enfermedad, a algo que ni siquiera puede nombrarse. Este libro intenta descubrir la verdadera condición de los viejos, trata de oír una voz que debe reconocerse como humana. La desdicha de los ancianos es un signo de fracaso de la civilización contemporánea”.

¿Pierden importancia las fuerzas armadas?

El proyecto de Ley reformatoria a la Ley de Personal de las FF.AA., enviado a la Asamblea por el Presidente Correa, y discutido en primer debate, dispone que se derogue el Art. 45 de la Ley de Personal de las FF.AA., el cual se relaciona con los cargos de edecanes militares de las principales autoridades del país. En dicho proyecto simplemente se establece, sin mencionarlo, que los edecanes no son necesarios; se esgrime, entre otros motivos, que de acuerdo a la Ley Órganica de la Defensa Nacional, el representante legal de las FF.AA es el Ministro de Defensa, sin duda que así lo es. La presencia del edecán es una representación institucional, una demostración de la subordinación de las FF.AA. al poder civil, legítimamente constituido.

Los edecanes son oficiales distinguidos, con altas calificaciones; deben reunir, entre otras cualidades, la discreción y la lealtad. Son testigos de las reuniones más reservadas y de muchos secretos; razón fundamental para que el dignatario deposite en él su absoluta confianza.

Dialogando con el ministro de Defensa

Una docena de militares de las tres Fuerzas, entre Generales, Almirantes y Coroneles en servicio pasivo de las FF.AA. concurrimos a una reunión convocada por el Ministro de Defensa, que contó con la asistencia del Alto Mando Militar y los colaboradores inmediatos del Ministro.

En la reunión se expusieron temas como el que tiene que ver con el Instituto de Seguridad Social de las FF.AA. (ISSFA), considerando la importancia vital que tienen las pensiones, especialmente para los militares en servicio pasivo. Asimismo, lo relacionado con los compañeros que están enjuiciados y con arresto domiciliario, por supuestos “crímenes de lesa humanidad”. Se trata de jefes militares que cumpleron su deber en defensa del Estado y sus instituciones, bajo el amparo de la ley; el criterio que se expuso fue que se debe impulsar una defensa institucional. También se habló de los proyectos que reposan en la Asamblea y que se refieren a varias reformas a la Ley de Personal de las FF.AA. que alteran las tradiciones históricas de los militares.

Dictadores en Latinoamérica

Hay muchas historias de dictadores civiles y militares, narradas por escritores latinoamericanos, en ellas nos cuentan las excentricidades, caprichos, ridiculeces y toda clase de abusos cometidos por los dictadores.

Podemos señalar que la novela precursora de este tema, que ha sido una constante en nuestra historia, es “Facundo” del argentino Domingo Faustino Sarmiento que se refiere al dictador Juan Manuel Rosas, luego sigue una larga lista de la vida de dictadores como Mariano Melgarejo, en Bolivia; José Gaspar Rodríguez de Francia, en Paraguay; Porfirio Díaz, en México; Rafael Leónidas Trujillo, en la República Dominicana y, un largo etcétera. Como nos señala el escritor boliviano, Víctor Montoya, en su estudio sobre “El dictador en la literatura Latinoamericana”, “(…)…cuyos dichos y hechos -casi siempre deplorables-, que no conocen límites excluyentes entre la realidad y la fantasía, aparecen expuestos en las obras de los novelistas contemporáneos: en Yo el Supremo, de Augusto Roa Bastos; El recurso del método, de Alejo Carpentier; El señor Presidente, de Miguel Ángel Asturias; Oficio de difuntos, de Arturo Uslar Pietri; El dictador suicida, de Augusto Céspedes; La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, La tempestad y la sombra, de Néstor Taboada Terán y en El otoño del Patriarca, de Gabriel García Márquez, quien confesó haber leído durante diez años la biografía de varios dictadores, antes de escribir su novela, en la cual recrea a un dictador con los pedacitos de los dictadores latinoamericanos”.

Las carreteras se tiñen de sangre

Son los titulares de casi todos los días; los medios de comunicación dan cuenta de accidentes de tránsito a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio nacional, con resultados trágicos; personas de todas las edades y de toda condición social y económica resultan ser las víctimas fatales.

Normalmente, la gente pobre es la más expuesta a estos peligros. Viajan hacinados en buses vetustos, sin ningún control, muchos de ellos han sobrepasado la vida útil que establece la ley, no hay autoridad que controle el mínimo de condiciones de seguridad (luces, frenos, guías, llantas lisas, etc.). También es usual encontrar vehículos, especialmente pesados, con alguna avería sin ninguna señal que alerte a los conductores que transitan por ese lugar, lo que hacen es colocar grandes piedras o ramas como señal de peligro que luego las dejan en la calzada, pasando a ser una nueva amenaza para que se produzcan nuevos accidentes. Lo más grave es que nadie respeta las señales de tránsito (sobre todo los límites de velocidad) y no hay autoridad que haga cumplir esa exigencia. Lo que también resulta usual es que luego del accidente, si el conductor no ha resultado herido o a muerto, se haya dado a la fuga.

Ave César, Heil Hitler y Buen Vivir

La forma de saludar varía según las costumbres, la cultura o el país; los judíos saludan con la palabra hebrea shalom que significa paz, bienestar, es igual a hola, buenos días, adiós, etc.

Los romanos utilizaban la palabra latina Ave que significa “estar bien” o “salve” para saludar a los césares y a otras autoridades importantes (Ave César). Suetonio, que fue un historiador y biógrafo romano durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, nos indica que los gladiadores antes del combate se dirigían al César con las palabras Ave Caesar morituri te salutant (“¡Salve, César! ¡Los que van a morir te saludan!”).

Verdún

La causa inmediata del origen de la I Guerra Mundial (IGM) fue el inicio de las hostilidades entre el Imperio Austro-Húngaro y Serbia por el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-húngaro, cometido en Sarajevo el 28 de junio de 1914. Este enfrentamiento, inicialmente localizado, fue escalando hasta envolver a toda Europa. Finalmente, pasó a ser una guerra mundial en la que participaron 32 naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas o potencias asociadas y entre las que se encontraban El Reino Unido, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, Imperio Otomano y Bulgaria.

Entre las batallas que se dieron a los largo de 4 años que duró la IGM, la Batalla de Verdún, al noreste de Francia, fue la más larga y la segunda más sangrienta tras la Batalla del Somme, en ella se enfrentaron los ejércitos francés y alemán. La ofensiva comenzó el 21 de febrero de 1916 con el empleo de la artillería, nunca visto hasta entonces. El número de granadas de artillería utilizadas en los 10 meses que duró la batalla de Verdún superó los 37 millones, 21 millones lanzados por los alemanes y 16 por los franceses, en un frente de 30 Km. Esta batalla concluyó el 19 de diciembre de 1916.

Régimen especial de Seguridad Social de FF.AA.

La Ley Orgánica de las FF.AA., expedida el 28 de septiembre de 1990 durante el gobierno del Presidente Borja, en su Art. 96, señala: “(…), el Ministerio de Defensa Nacional podrá contar con un organismo especializado de seguridad social, regido por sus propias leyes y reglamentos”. En el mismo gobierno, el 7 de agosto de 1992, se promulga la Ley de Seguridad Social de las FF.AA.

Es importante transcribir el 5º Considerando de esta ley que describe con claridad el por qué se crea un “régimen especial de seguridad social” para las Fuerzas Armadas: “Que el personal militar de las FF.AA., no está amparado por un sistema de seguridad social, acorde con los avances de la legislación moderna sobre esta materia; por lo que, es necesario organizar un sistema de seguridad social militar, que responda a las peculiaridades y características demográficas de dicho colectivo, basado en principios de protección, solidaridad, justicia y participación equitativa del Estado, del empleador y de sus asegurados”.

Exoficiales procesados piden apoyo del Comando Conjunto

PEDIDO. La solicitud se la hacen directamente al jefe del Comando Conjunto, Luis Garzón.

Alrededor de 80 oficiales de las FF.AA. en servicio pasivo pidieron al jefe del Comando Conjunto, Luis Garzón, que interponga sus “buenos oficios” para que la institución inicie una defensa a favor de los uniformados que fueron procesados como responsables de supuesta tortura, violencia sexual y desaparición forzada contra exmiembros del grupo Alfaro Vive Carajo (AVC).

El pedido a Garzón se realizó a mediados de agosto en la sede de la Asociación de Generales y Almirantes en Quito.

El secretario de Unasur y la guerra del Cenepa

Ernesto Samper Pizano ejerció la presidencia de Colombia en el periodo comprendido de 1994 a 1998; a pocos días de su triunfo, el candidato perdedor Andrés Pastrana hizo público una información a través de unos cassetes, que el candidato ganador había recido dinero del narcotráfico para su campaña.

Como era lógico de pensar el presidente Samper en todo momento había defendido su inocencia con vigor y había declarado sentirse “víctima de un atentado moral” y señalaba “que él no había recibido ningún dinero del narcotráfico y que seguramente todo se habría hecho a sus “espaldas”.

Para desgracia de Samper, en el proceso conocido por “El proceso 8000”, el tesorero de su campaña Santiago Medina confesó que si habían entrado dineros del narcotráfico a la campaña presidencial; además, por efectos de las indagatorias hechas a Medina, el entonces Ministro de Defensa Fernando Botero Zeas, hijo del célebre pintor colombiano Fernando Botero, fue vinculado al proceso porque se había desempeñado como jefe de la cuestionada campaña presidencial y que fue el único de los procesados que cumplió una pena con cárcel a raíz de los hechos investigados.

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