21 abril, 2025

El servicio militar exprés

El Presidente Correa tiene la “percepción” de que el servicio militar en nuestro país “es tremendamente ineficiente” y propone, como si fuera un experto en temas militares, sistematizar la formación militar; con una aseveración en principio cierta: “El objetivo del servicio militar es ser fuerza de reserva militar, para defender a la Patria” y a reglón seguido, señala que “tal vez para eso no se necesita un año, sino dos o tres meses y entrenamiento permanente”.

Cuando el poeta Ponce era Ministerio de Defensa, señaló: “mi idea es ampliar a dos años o tres la conscripción voluntaria”; aquí cabe algunas preguntas: ¿El criterio del presidente y la “idea” del exministro estarían sustentadas en algún estudio? ¿El mando militar conocerá y habrá presentado algún informe sobre este tema?

El servicio militar históricamente constituía una contribución obligatoria a la defensa nacional; Napoleón promulgó una orden para que todos los hombres sin hijos, de edad entre 18 y 40 años, debieran prestar su servicio militar. En los diferentes países de Europa, los varones tenían similar obligación, con pequeñas variantes en la edad y en el tiempo de permanencia en los cuarteles.

Del rancho en los cuarteles y la defensa nacional

El rancho es la alimentación en los cuarteles, está a responsabilidad del oficial ranchero y es supervisada por el médico de la Unidad y controlada por el capitán jefe de cuartel. En los cuarteles, aquí y en todo el mundo, hay un comedor de oficiales y otro de tropa; he tenido la oportunidad de compartir el “rancho” con oficiales en Cuba, Chile, Brasil, EE.UU., Francia, Israel, China, Taiwán, Colombia, Perú, Venezuela, Argentina y Corea del Norte (quizás yo sea el único oficial de FF.AA. ecuatorianas en haber visitado Corea del Norte en calidad de edecán del Congreso) y es exactamente lo mismo; no hay discrimen en los cuarteles, lo que hay es jerarquización.

El Día de la Armada, el Presidente Correa, en su discurso se refirió a los supuestos “privilegios” en las FF.AA. “que marcan las diferencias entre oficiales y tropa, como el sistema de rancho y lugares de esparcimiento, es otro tema que hay que cambiar”, señaló. Calificó “como diferencias odiosas, con comidas diferentes para oficiales y tropa, con diferencia en los utensilios, mantelería, mobiliario y espacio físico de comedores”. Es interesante la observación que hace el Jefe de Estado, igualmente sería saludable que haya igualdad en todos los estamentos del Estado. Quisiera saber si en el Palacio de Carondelet se prepara un sólo “rancho” para el Presidente, para sus colaboradores, secretarias, conserjes, choferes, oficiales y tropa de la escolta presidencial y se sirve en el mismo comedor a todos, con vajilla de loza y con el escudo nacional grabado en los platos o existen “diferencias odiosas. “Nadie debe tener privilegios en las FF.AA.” dijo el mandatario, yo diría en el Ecuador. (“Todo comienza con tu ejemplo”, según una propaganda del gobierno).

Popurrí de temas

Ante la avalancha de temas que aparecen diariamente, es necesario abordarlos con la debida oportunidad ya que pasan los días y dejan de ser de interés, por eso me voy a permitir comentar algunos:

Las acciones de los gobiernos de Francia, Portugal, España e Italia han merecido el repudio mundial por no permitir el sobrevuelo del avión que llevaba al presidente boliviano Evo Morales, se ha dicho con justa razón que es “una flagrante violación a los preceptos del derecho internacional”.

Para refrescar nuestra amnesia crónica me permito recordar que, el jueves 27 de mayo de 2010, el Ecuador negó el uso de su espacio aéreo al avión presidencial de Honduras en el que el gobernante Porfirio Lobo y su comitiva regresaban de Perú. El canciller hondureño declaró que la tripulación del avión presidencial hondureño, oportunamente, solicitó el permiso de sobrevuelo sobre el espacio aéreo ecuatoriano, pero lo negaron y tuvieron que desviarse. Sobre este incidente nadie dijo nada, no se habló de ninguna violación a ningún derecho.

Egipto

Faruk I (1920-1965), fue el último rey de Egipto; como todo déspota, vivió una vida de lujo, de excesos y despilfarros, lo que contrastaba con el hambre y la pobreza que sufría su pueblo. Tras su caída en 1952, cuatro generales han ocupado la presidencia de Egipto durante 59 años: Mohamed Naguib, Gamal Abdel Nasser, Anuar el Sadat y Hosni Mubarak.

Naguib encabezó la llamada “Revolución de los Oficiales libres”, gobernó durante los diecisiete primeros meses de la nueva República Árabe de Egipto; le sucedió en el gobierno Nasser, este militar es recordado por los egipcios con idolatría, gobernó desde 1954 hasta 1970, padre del panarabismo y modernizador de Egipto. Nasser emprendió grandes proyectos como la construcción de la presa de Asuán y nacionalizó el canal de Suez. En 1967 Egipto sufrió una derrota militar en la Guerra de los Seis Días. Este líder trascendió en la historia mundial, el “nasserismo” se acuñó como sinónimo de nacionalismo.

Seguridad VS Garantías

Con el “affaire Snowden” se ha desatado una verdadera tormenta mundial al haber entregado a los diarios, Washington Post y a The Guardian, información sobre espionaje de organizaciones de inteligencia norteamericanas a millones de personas de todo el mundo. El dilema que se ha planteado es: “Seguridad vs. Garantías”. Por un lado los Estados a través de sus gobiernos tienen la obligación de proteger a sus ciudadanos del terrorismo, del crimen organizado, de secuestros, etc. y por otro, ese mismo Estado debe garantizar la privacidad de los ciudadanos e inviolabilidad de sus comunicaciones. Para lo uno y para lo otro me permito recordar la legislación que nos ampara:

El Artículo 12 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” adoptada por la ONU, establece que el derecho a la vida privada es un derecho humano:

“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.

De espionajes y de espías

El novelista inglés David Moore Cornwell (1931), más conocido por su pseudónimo “Jhon Le Carré”, especializado en novelas de suspenso y espionaje, en 1963 publicó la novela “El espía que surgió del frío”, ambientada en la década de los 60, se desarrolla en Inglaterra y Alemania, en plena época de la Guerra Fría. La crítica especializada la eligió como la mejor novela de espionaje de todos los tiempos; además, fue llevada al cine con gran éxito.

Le Carré, con la experiencia de haber servido por años al servicio de inteligencia británico, en su novela saca a la luz las turbias interioridades del espionaje internacional.

Traigo a colación esta novela porque ahora está en el “ojo de la tormenta” internacional un episodio de espionaje al mejor estilo de la Guerra Fría, en el que aparecen como protagonistas: el ex-agente de la CIA Edward Snowden y Julian Assange, asilado de privilegio en nuestra embajada en Londres; además, EE.UU., Rusia, China (que se desmontó oportunamente de este affaire) y, como no podía ser de otra manera, nuestro país.

Venezuela, entre la desconfianza y la incertidumbre

¡¡¡VENEZUELA!!!

No hay duda de que en Venezuela se vive un clima de desconfianza en la cúpula del poder; el pueblo vive en incertidumbre, especialmente por la escasez que llena de angustia al seno familiar porque es una odisea encontrar los alimentos básicos para alimentarse, los servicios públicos (luz, agua, etc.) son una calamidad y la inseguridad es terrible.

Además del cuadro trágico brevemente descrito, la cúpula del poder político se ha convertido en un saco de alacranes, nadie confía en nadie, incluso desconfían de su propia sombra. Esto era conocido, eso explica el “Secreto del siglo XXI”: la agonía y muerte de Chávez; a la ausencia del líder, el poder iba a ser disputado a dentelladas, pese a que Chávez nombró a su heredero político antes de morir.

Maduro tuvo un revés en las elecciones, pese a las artimañas para lograr el discutido “triunfo”, pues asumió un gobierno precario, en ese momento comenzó el drama para mantener un liderazgo y una capacidad de la que carece y empezó a ver, ya no pajaritos, sino fantasmas (dentro y fuera de Venezuela) que, según él, se han complotado para desestabilizar su gobierno.

Narcotráfico, militares y policías

Uno de los flagelos que más preocupa a las sociedades, no importa de qué país, es el narcotráfico; la cadena, desde las plantaciones de la hoja de coca, el proceso de refinamiento del alcaloide, el transporte y la distribución para el consumo, deja un reguero terrible de violencia y muerte. No hay espacio del cuerpo social en donde no se enquiste este terrible mal; gobernantes, jueces; políticos, militares, policías; hombres y mujeres de todas las edades, son tentados por narcotraficantes que manejan un arma letal y poderosa: el dinero.

En Bolivia, en 1980, el general Luis García Meza dio un golpe militar. Junto a su ministro del interior el coronel Luis Arce Gómez, llamado “el ministro de la cocaína”, fue defenestrado al siguiente año. Los dos militares fueron acusados de violación a los DD.HH. narcotráfico y corrupción administrativa. En febrero de 2011, el general René Sanabria Oropeza, ex-director de la Fuerza Especial de lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), a la sazón asesor de Inteligencia del gobierno de Evo Morales, fue detenido en Panamá acusado de narcotráfico, trasladado a EE.UU. donde fue sentenciado a 14 años de prisión.

Documentos para la comisión especial (30S)

Ese día, nadie, absolutamente nadie podía pensar que el Presidente Correa (ni él mismo) iba a ir al Regimiento Quito, fue una decisión inopinada del Jefe de Estado al enterarse que en dicho cuartel los policías se habían amotinado.

Los miembros de la Secretaria Nacional de Inteligencia (ese día estaban en un seminario internacional), si procesaban profesionalmente, con la debida oportunidad, toda la información sobre el descontento en los cuarteles y les hacían conocer los resultados a los Ministros de Defensa, del Interior y de Coordinación de Seguridad, para que tomen las medidas más sensatas y adecuadas, se hubieran neutralizado los sucesos del 30 de Septiembre.

Culpables: Sabotaje y Terrorismo

La insurrección, o guerra revolucionaria, consiste en una rebelión en contra de lo establecido. Para alcanzar su objetivo sigue un proceso ascendente de violencia, utilizando los medios, recursos y grado de adiestramiento de sus miembros. Las etapas del proceso insurreccional son: la subversión, el terrorismo y la guerrilla, que debe dar origen a la culminación del proceso con la guerra civil.

La subversión es la primera etapa del proceso; se caracteriza por la realización de atentados que provocan daño material y físico de instalaciones de propiedad pública y privada (sabotaje), y por enfrentamientos con las fuerzas del orden, creando crisis de credibilidad del gobierno.

Durante el terrorismo, que es la segunda etapa, se comete asesinatos, secuestros, asaltos, atentados con explosivos, es decir una sucesión de actos criminales ejecutados con violencia para infundir terror en la población.

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