"Para mentir y comer pescado…"
Han pasado algunos días de los sucesos de noviembre 30 de 2010 que marcaron, una vez más, el desacertado actuar del gobernante economista Correa. Se le ha negado la verdad al país y se continúa haciéndolo muy al estilo fascista, stalinista o hitleriano: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”; “Cuanto más grande es la mentira, más fácil es que la gente se la trague”, afirmaba Joseph Paul Goebbels, Ministro de propaganda del III Reich de Hitler.
En esta oportunidad el presidente se pasó de la raya: Ha puesto en ridículo al país ante los ojos de ecuatorianos y, especialmente, ante los países del mundo, así como también llevó a hacer otro ridículo a los representantes de los países de la OEA, comenzando por su Secretario General, señor Insulza, los que vinieron al Ecuador a dizque brindar su apoyo a un fingidor y a sus corifeos quienes en su fuero íntimo deben haber esbozado una mueca sardónica al constatar que los visitantes se “tragaban la rueda de molino” creada por Correa, …o a lo mejor no se la “tragaban” sino que aprovecharon la oportunidad para hacer turismo gratuito en Ecuador y justificar los cargos que ocupan y los emolumentos que perciben.