Guayaquil
En mi artículo “La ofensa continúa” de octubre 31 del año próximo pasado, señalaba textualmente, entre otras cosas: …”Los guayaquileños habíamos pensado que la ruindad y el odio se habían calmado; estábamos equivocados del medio a la mitad; quien sabe qué otras vilezas están preparando los enemigos de Guayaquil y de Guayas”… Hubiera querido estar en un error, mas, desafortunadamente, el tiempo me dio la razón y los ataques contra Guayaquil nunca cesaron, fueron “in crescendo”. En aquella ocasión invoqué a los guayaquileños de nacimiento y de corazón a que defendamos a nuestra ciudad iniciando una campaña para despertar el espíritu cívico de la población bajo la égida de nuestra bandera celeste y blanco.
A este respecto transcribo un pensamiento de Xavier Benedetti tomado de una nota suya titulada “Ser guayaquileño”, en la que se refiere a esta ciudad y su lábaro celeste y blanco: “El guayaquileño no viste de guerrero. Es guerrero. No proclama victorias antes de actuar. Es la victoria…