Ormuz y Ariman
Cuenta la historia que en el imperio Persa fundado por Ciro, aumentado con la anexión del Egipto realizada por Cambises y organizado por Darío, apareció el célebre reformador Zoroastro, quien estableció una nueva religión: el mazdeísmo.
Por otro lado, su doctrina y preceptos se encuentran reunidos en un libro sagrado: el Zend-Avesta. Según Zoroastro existen dos principios contrarios y alternos: el principio de la luz o del bien y el principio de las tinieblas o del mal.
El principio del bien se llama Ormuz y el principio del mal se llama Ariman. Ormuz es el Dios creador del mundo, el Dios bienhechor, todo lo bueno procede de él; Ariman es el Dios del mal, todo lo negativo procede de él. Ormuz y Ariman luchan perpetuamente, pero en esta lucha siempre triunfa Ormuz, el principio del bien.