Los derechos humanos
El rey Enrique IV de Francia, conocido con el sobrenombre del Galán de Verde Gabán, y famoso por su célebre frase “bien vale París una misa”, era un hombre de extraordinaria inteligencia y notable sensibilidad psicológica, lo que le permitió comprender la necesidad de reconocer la libertad de conciencia y que ninguna autoridad podía impedirla.
Esta idea que existían derechos propios del ser humano, si bien es cierto apareció entre muchos filósofos como Santo Tomás y otros toma un nuevo y extraordinario velo con los pensadores del iluminismo.