Atropellos contra la opinión pública
“¡La pluma!, ese poderoso instrumento de los hombres insignificantes”. – Lord Byron –
De lo más común es que quien ha alcanzado fama o poder, corra el riesgo de verla disminuir, ya que quien ostenta el poder es generalmente impopular; en nuestro país este gobierno no sólo que guarda sino más bien crea las apariencias, lo que poco a poco ha ido acabando con la prensa y la opinión pública libre y ha ido a la vez formando la suya propia. Y es que hoy más que nunca: “Ser libre, es estar informado” (George Menager).
Y lo más grave es que el Gobierno, para tratar de no perder popularidad, utiliza los dineros de todos los ecuatorianos, más que para educación o salud, para hacerse propaganda y en una campaña totalmente personal. Por eso es que este país sigue desarrollando una pobreza abrumadora, “…una masa trémula de atormentados, hambrientos, desposeídos y aturdidos seres humanos que se encuentran ante las ruinas de sus ciudades y de sus casas y escudriñan los oscuros horizontes, temiendo un nuevo peligro, tiranía y terror” (Winston Churchill); y sigue por otro lado arruinando la paz por la lucha de clases que generan esas campañas del actual gobierno, con lo que prácticamente va destruyendo las perspectivas de toda esperanza. Y por falta de poder opinar libremente escuchamos el sombrío silencio de la desesperación. De ahí el chiste regado ahora de que le preguntan a alguien ¿cómo está? y dice “no me puedo quejar”, “ah, ¿tan bien estás?”, “No. No me puedo quejar porque me meten preso”. Eso no podemos permitir jamás que exista. Este debe ser siempre un país libre con ciudadanos libres.