23 noviembre, 2024

La excelencia: Un valor para nuestro trabajo

“Cualquier cosa que esté a tu alcance el hacerla,
hazla según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10).

Podemos dar muchos nombres de personas que nos enseñan el camino de la excelencia.
Podemos pensar en las estrellas del atletismo, el caso Jefferson Pérez es un claro
ejemplo. Me viene a la memoria Sofía, nadadora y además excelente alumna, llegó
a ser escolta de la bandera en su colegio en la ciudad de Portoviejo. Pero, esta
excelencia surge de una superabundancia de dones naturales. No importa que tan duro
practiquemos algunos no llegaremos a alcanzar los records de Jeff, campeón mundial,
ni de Sofía, campeona del Pacífico. La excelencia está no solo en la perseverancia y el
esfuerzo, sino en desarrollar tu propio talento y el de los que te rodean. La raíz latina de
sobresalir transmite el sentido de surgir por encima de algo o de sobreponerse. Eso es
lo que la excelencia significa sobreponernos a nosotros mismos y levantar a los que nos
rodean, sacándoles el mayor partido a nuestros talentos y dones.

La historia del Hermano Duffy, un religioso jesuita que dio clases de latín y de religión por
más de cincuenta años en un colegio de EEUU es un ejemplo que nos ayuda a cualquier
educador en nuestro trabajo diario, como a cualquiera que sepa admirar de la creatividad,
constancia y coraje para sacar lo mejor de los adolescentes.

¿Qué tipo de cultura deseas construir?

Vivimos la cultura del depende: papá: querido hijo ayúdame en esto,
responde el hijo, “depende”… depende de qué, que termine mis cosas, desee
ayudarte, pueda hacerlo, si lo hace mi hermano, etc. ¿Cómo te sientes?
Depende, las circunstancias, como amanecí, etc. Suelen ser respuestas de
algunos jóvenes, que dependen de muchas cosas para afirmar su voluntad
de independencia. Suele ser normal y comprensible. Ojala se encuentre
maestros, padres, madres de familia que sepan educarlos en los valores
adecuados para responder a las exigencias de la realidad, en donde él depende
no es la respuesta adecuada a los compromisos y oportunidades de la vida.
¿Deseas ser feliz? No puede aceptar un depende, sino una firme, consciente e
inteligente respuesta que le ayude a armar un proyecto de vida.

Otros, dicen vivir la “Cultura del como si”. Algunos buscan la riqueza “como
si” su propósito en la vida fuera adquirir dinero. Y ojalá se entienda que
adquirir dinero es necesario, más no puede ser un propósito, es consecuencia
de mi propósito de vida. Otros viven como si estuvieran aquí en la tierra
para dedicarse al sexo, divertirse, evitar el aburrimiento o simplemente para
presentarse a diario en el trabajo y después irse a casa. “El como si” es otra
respuesta insuficiente que se da en una cultura.

¿Cómo formular un Propósito en la vida?

Propósito: intención clara y determinada de conseguir y hacer algo. Saber la
materia que se trata. Objeto a conseguir, meta. (DRAE). Las definiciones de los
diccionarios son claras. Las visiones de nuestras vidas no siempre son claras,
algunas veces borrosas, por algo se usa lentes.

Al vicepresidente de una gran Corporación aeronáutica se le hacía difícil
integrar su vida profesional, familiar y religiosa, como que la fe y la vida son
dos cosas distintas. Una cosa es la Iglesia, edificio, donde suelo ir y otra la vida
cotidiana, la calle. ¿Cómo integrarlos? Saltaba la pregunta ¿para qué estoy
aquí? ¿Cuál es el propósito de mi vida?

Imagina el Futuro (Lowney IX)

¿A dónde estás dispuesto a caminar?

Martín Luther King, en su discurso del 28 de agosto de 1963, dijo: “Tengo el sueño
de que mis cuatro hijos vivan un día en una nación en donde no sean juzgados por
el color de la piel, sino por el contenido de su carácter…, de que niños y niñas negros
puedan tomarse de las manos con niños y niñas blancas, y caminar juntos como
hermanos y hermanas”. Lo que hoy queremos motivarte, querido joven, es a imaginar
tu futuro, que no es simplemente soñar, es tener un norte, un horizonte que te invite a
actuar, a hacer lo imposible por alcanzarlo, a luchar por él.

¿Por qué gastar tiempo en tratar de imaginar un futuro idealista que posiblemente
no lleguemos a vivir para verlo hecho realidad? Séneca, el filósofo romano decía: “Si
uno no sabe hacia qué puerto navega, ningún viento le es favorable”. Muchos siglos
después, John Kotter, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, describió la
principal labor del líder como la de “fijar la dirección”: desarrollar una visión del
futuro, con frecuencia de un futuro lejano”. La palabra visión connota algo visto, y los
visionarios escudriñan más allá del curso de su vida para visualizar un futuro en el cual
valga la pena invertir su tiempo, su talento, su energía.

La cultura del YoYo (You are on Your own)

Si tu meta principal es ser feliz,
Vas a ser muy infeliz. Pero,
Si tu meta principal es amar, vas a ser muy feliz.

Una de las características principales de la cultura moderna occidental, es el
desmesurado consumismo y competitividad reinante. Además de la falta de
tolerancia y respeto hacia culturas diversas, como hoy se está viviendo en
el conflicto con los musulmanes. Si no buscamos diálogo no habrá futuro, si
no salimos de nuestro propio amor, querer e interés (san Ignacio de Loyola)
viviremos la cultura del yoyo, centrada en nosotros mismos. Estaremos solos.

En muchos lados de la cultura occidental se vive un desproporcionado
bienestar, mientras que millones de hermanos nuestros se arrastran por
los grandes basureros en busca de desechos que comer o vender, otros
mueren de sida, existe mucho analfabetismo, agravado por el analfabetismo
tecnológico. Vivimos como en tres grandes crisis: 1) la búsqueda de realización
a cualquier precio en el mundo próspero, 2) la miseria de los pobres en los
países en vías de desarrollo, y 3) la creciente ansiedad de aquellos que se
encuentran atascados en el medio.

¿Hacia dónde nos dirigimos?

La vida es complicada,
Es difícil poner en orden todas las variables,
El caudaloso río de la vida me lanza de nuevo a la corriente.

Una duda surge siempre que te encuentras con gente que lo tiene todo, pero
no suele ser amable, alegre ¿Por qué no son felices? Hoy en día en los
países de bienestar la gente puede ser más próspera que sus abuelos, pero
no son felices, cuatro veces más la gente dice que se siente sola. Confiamos
menos en los demás, en muy pocos se ve la integralidad y la honestidad de
su actuar, dos de tres creemos que los valores morales se han venido abajo.
No parece que haya mucha oportunidad para el optimismo en medio de tanta
prosperidad y comodidad en muchos lugares del Estado de bienestar. Las crisis
financieras amenazan constantemente el sueño de muchos.

¿Cómo forjar un héroe?

En vez de caer en la trampa de vivir una vida dividida,
Buscaremos una estrategia de vida totalizadora.

¿Qué herramientas o tecnologías utilizas generalmente cuando tienes que tomar decisiones importantes, por ejemplo, elegir especialidad, universidad, el amor de tu vida, cambio de profesión o de estilo de vida? ¿Lo haces de acuerdo a un propósito de vida, a una visión o la tomas según se vaya presentando?

Quien hace los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola, debe salir con una estrategia que le permita crear algo único y poderoso para alcanzar sus fines, para trazarse un proyecto de vida. Para ello debes trabajar los pasos, es decir dedicar tiempo de reflexión significativo para la interioridad, introspección, tener el coraje de aislarte por un tiempo a la soledad y silencio, del ruido, la música y las distracciones para saber oír, pensar y actuar con sabiduría.

Vivir Heroicamente (II)

Nuestro Dilema

“En el mundo se puede encontrar personas que saben superarse, ser mejores
versiones de sí mismas. Gracias a haber encontrado un propósito por el cual vale
la pena vivir, una visión por la cual vale la pena luchar y valores que valen la pena
defender”. Este siglo necesita desesperadamente legiones de personas dispuestas a
dar el paso y a vivir por un gran propósito, personas que sepan cómo hacer elecciones
sabias y que puedan hacer que cada día sea importante”. (Chris Lowney, 2010: 14).
Son los consejos que da el autor de “Vivir Heroicamente” a los jóvenes y personas de
hoy. Y es lo que queremos compartir y formar en nuestros lectores.

La clave de la vida está en tener claridad en los fines: ¿para qué estoy en este mundo?
¿Cuál es el fin de mi vida? Pero para ello, debe saber negociar las estrategias, teniendo
distinción de los medios, creando las estrategias adecuadas para alcanzar el fin.
Muchos sucumben en la vida, porque invierten las prioridades, el medio lo hacen fin,
no saben el para qué, caminan por el mundo sin norte, perdiéndose en un mundo
complejo y de cambios rápidos y bruscos.

Vivir Heroicamente (I)

Vivir Heroicamente (2010), es el título del libro de Chris Lowney, autor del
best seller “El Liderazgo a estilo de los jesuitas”. Ex jesuita, que después
entró a trabajar en la famosa JP Morgan ocupando altos cargos financieros.
Se dedicó desde hace algún tiempo a investigar sobre el secreto del éxito
de las instituciones jesuitas, orden religiosa que ha subsistido por más de
500 años en los distintos campos de la evangelización y del saber científico y
humanístico.

Hoy nos presenta unas reflexiones, desde la espiritualidad ignaciana. El Legado
de san Ignacio de Loyola no fueron las grandes obras: la incipiente, en
aquel entonces, Universidad Gregoriana, la creación de algunos colegios, las
misiones en los sitios más lejanos del viejo mundo y del nuevo mundo. Sino
la experiencia de los Ejercicios Espirituales con la visión de Dios, de Cristo, del
Hombre y del mundo que dicha experiencia reveló.

Los jóvenes y la violencia: ¿qué pasa con nuestros adolescentes?

Hablar de los jóvenes y adolescencia, suena muy genérico, como
meter a todos en un mismo saco sin distinción ni reconocimiento de las
verdaderas cualidades juveniles. Sería encasillarlos, despersonalizar
rostros y relaciones sanas y duraderas que solemos entablar con los
jóvenes concretos con quienes nos encontramos. Sin embargo, duele
ver, sentir el dolor de muchas familias, profesores, vecinos ante el
comportamiento de ciertos grupos juveniles, de ciertos jóvenes. El caso
Aurora – Denver, Colorado, en el estreno de Batman, la brutal violencia
del joven James Holmes de 24 años, es uno de los más llamativos.

Por ello, las presentes líneas solo quieren ser ocasión para meditar
soluciones ante los problemas juveniles y compartir posibilidades
invitando a que otros, en especial expertos, puedan dar una palabra de
aliento a los mismos adolescentes, como de esperanza a la sociedad que
anhela un futuro mejor.

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