
La herencia para mis hijos
Quisiera hablar sobre ese abusivo impuesto que se quiere imponer a todos los ecuatorianos a través de la Asamblea, mismo que podría llegaría a representar el 77.5% del monto a heredar, sin […]
Quisiera hablar sobre ese abusivo impuesto que se quiere imponer a todos los ecuatorianos a través de la Asamblea, mismo que podría llegaría a representar el 77.5% del monto a heredar, sin […]
Nos conocimos hace quizás más de una década y bastó muy poco para que te conviertas en el amigo leal que fuiste, le metimos “ñeque”, como decía nuestro querido L.F.C., a las […]
No es que me sienta viejo, al menos de espíritu trato de no serlo, pero de un día para otro se te presenta tu hijo y te dice Papi, este fue mi último examen del colegio y recién ahí te vas cuenta de todo el tiempo que ha pasado, y aunque no lo creas ese retoño tuyo, ya se ha convertido en un próximo bachiller de la República.
Hace sólo unos pocos días, nos felicitábamos con mis compañeros de promoción, ya que cumplimos 25 años de graduados, con la casualidad y con un premio adicional que también se convertirá en el primer año de graduado de mi hijo.
Mirar atrás ya no vale la pena, el tiempo pasó y lamentablemente no volverá, siento que como padre, he cumplido hasta donde mis posibilidades me lo han permitido, quizás estar más tiempo con mi familia sería una de la tareas que debo realizar con más acuciosidad, pero contento porque el fruto que se ha desarrollado, es a mi parecer un buen joven, con las metas claras y con la convicción que es más importante el servir que servirse, el dar que recibir, el ser y no parecer.
Esta será mi última entrega del año, el cual personalmente puedo decir que tuvo sus altibajos como los anteriores, pero en contexto muchos más altos que bajos, por ende, en definitiva, un buen año.
El 2014 nos trajo una elección seccional, en la cual se ratificó la confianza que les tenemos los guayaquileños a nuestro Alcalde Nebot, se consolidó una mayoría en el Cabildo con la cual las obras proyectadas por el Burgomaestre, en beneficio de la ciudad, se podrán realizar, aún con la irascible objeción de algunos Concejales obsecuentes a las alturas.
Con paciencia y perseverancia se logró destrabar el lío legal armado en torno al busto del L.F.C. y ahora reposa en un lugar donde inicia el paseo que lleva su nombre, sin embargo hemos visto como con una mala fe sin nombre, se quiere denostar la historia del presidente Febres Cordero, mezclándolo, sin razón y sin sentido en un mural con conocidos dictadores militares, no habiendo sido León, ni lo uno ni lo otro.
Con sumo agrado acojo la noticia que el busto de L.F.C. ya se encuentra instalado en donde será su morada final, para su contemplación y homenaje de quien en vida fue, el precursor de la nueva era libertaria de Guayaquil.
Y me refiero a libertad, porque aun siendo 1820, el año en que rompimos las cadenas del yugo español, a través de esa logia de ocasión denominada “Fragua de Vulcano”, liderada por José Joaquín de Olmedo y otros ilustres ciudadanos y vecinos de nuestra urbe, fue León Febres Cordero, quien dio inicio al rescate de Guayaquil, de la lúgubre pocilga en la que fuera convertida por administradores municipales antes de su primer periodo que diera inicio el 10 de agosto de 1992.
Hace ya casi más de cinco años, escribí protestando contra el Defensor del Pueblo de la época, por haber conminado a nuestro Alcalde a que explique documentadamente el motivo de la denominación del área que hoy lleva el nombre de Paseo León Febres Cordero, dentro del Malecón 2000.
Hoy, un lustro después, debo protestar nuevamente ante este nuevo “defensor”, porque pretende sabotear la decisión tomada por el Concejo Cantonal, de colocar el busto de L.F.C., que anteriormente y de manera ilegal se prohibió colocar donde actualmente se encuentra el Obelisco, con el argumento que afecta el Ornato y al patrimonio cultural, donde finaliza la extensión del Paseo antes arriba mencionado.
Aún recuerdo como si fuera ayer, cuando ya hace 17 largos años naciste y fuiste una bendición para tus padres, fue una gestación complicada, tu mamá y cómplice de algunas de tus andanzas, estuvo en cama por casi cuatro meses y su deseo de verte sin ningún problema o complicación la impulsó a llevar esa inmovilidad con santa paciencia.
Estuve en el momento del parto y no te imaginas la emoción de verte por primera vez y de cuando diste tu primer llanto, fuiste prematuro pero fue suficiente el calor del amor de tu mamá, para sacarte adelante.
Llevas con orgullo el nombre de tu abuelo, pero al haber otro homónimo en la familia, te llaman por tu segundo nombre que es el mío, los que te queremos te decimos “chivi”, sobrenombre que no tiene algún significado en especial, aunque especial eres para muchos y principalmente para tu familia.
Jaime Nebot Saadi, asumió primer mandato de la ciudad más poblada e importante del Ecuador, en el primer año del nuevo milenio, su inicial desafío, tomarlo de manos de un ex Alcalde, como lo fue el Presidente León Febres Cordero, que dio paso al cambio por el nuevo Guayaquil.
Implementó inmediatamente su propia impronta, y ejecutó proyectos que aún están vigentes y que se han convertido en ejemplos a seguir tanto, para Alcaldías Nacionales e Internacionales, incluso, para planes gubernamentales, obviamente sin reconocer quien fuera su primer gestor, Guayaquil de manos de Nebot, se ha convertido por su pujanza y la firme decisión de nosotros, sus conciudadanos, en ícono de progreso y modelo de desarrollo vanguardista.
Se están confirmando las encuestas y proyecciones electorales, y más allá de algunos resultados adversos en los cuales el mal olor a “fraude” se hace perceptible, creo que Guayaquil, Guayas, y las grandes ciudades de Ecuador, han dado su sentencia.
La cara del señor Presidente desde cuando votó en su recinto en Quito, marcaron la gran diferencia, fue ese día, diametralmente opuesta a su efusiva y burlona faz, que suele dibujar cuando de esa manera pretende ofender y minimizar a los otros actores políticos.
Me he dado tregua de casi un año en lo que respecta a tratar temas de índole político, tiempo en el cual, llegué a reflexionar que en muchos estamentos del Estado, la cosa sigue igual y lamentablemente nos estamos acostumbrando a ser receptores de una constante y continua conculcación de nuestros derechos, y ese espíritu indoblegable del cual con orgullo los guayaquileños de antaño se jactaban, poco a poco, se ha convertido en ilusión e historia pasada que ya no tenemos.
Guayaquil, ciudad que me vio nacer, es de las poquísimas urbes que tomaron la decisión de dar un paso al frente y marcar su camino por un sendero tortuoso, pero con una visión clara de progreso y de bienestar para sus hijos. Guayaquil, tuvo la suerte a partir del año 1992 de tener dos excelentes Alcaldes, que más allá del amor y respeto por su terruño, fueron y son fieles a sus convicciones logrando transformar a esta ínclita y libérrima ciudad, del muladar al que fuera convertido, en el actual orgullo y ejemplo de propios y extraños.