21 noviembre, 2024

Los achiques de la ley de agua

Para Scheznarda Fernández Doumet, asambleísta nacional, las leyes son un obsequio divino de Dios. Tremendo susto me llevé al ver y oír esta expresión de la ex reina de Portoviejo, publicada en el noticiero de las 8 PM de Ecuavisa de este martes 11 de mayo de 2010. El reportero Félix Narváez replicó con sorna tamaña respuesta. La legisladora se ratificó en lo dicho y con una sonrisa. Martes locos. A doña Scheznarda no le basta con ser sobrina del hoy reivindicado César Fernández para llamar la atención pública; ella, su boca y azarosas declaraciones le dan fama con suficiente autonomía.

No recuerdo proceso electoral en el que los capaces de votar hayamos elegido a Marlon Santi y sus pares de la CONAIE como voceros y defensores de nuestros intereses o derechos civiles y políticos. Los paros, cortes de carretera y pujas de hoy con la Policía Nacional son, entre otras cosas, por la forma que tendrá la famosa autoridad única del agua (Art. 318 Constitución del Ecuador). Según los de poncho y anaco, aquella autoridad debe ser una suerte de consejo intercultural y plurinacional, léase, sólo conformado por ellos. Otra vez el indigenismo turbado de los ochenta patalea en pleno siglo veintiuno. Vale recordar que Alianza País los abrigó en las campañas electorales; hoy los corretea por las hoyas andinas con la Fuerza Pública.

Pederastía

No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. Si entendemos a la Iglesia como la esposa de Jesucristo, bien aplica el adagio de que la Iglesia debe ser y parecer honesta. Al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. ¿Parece honesto el proceder de la Iglesia en los escandalosos casos de pederastia que hoy salpican al mismísimo Papa?

La pederastia es un desorden humano en su conducta sexual cuyo objeto consiste en aprovechar la indefensión del menor de edad, en satisfacción de la lascivia particular, como manifestación en el atacante de algún trauma arraigado en su niñez. ¿Hay maneras de prever estos desórdenes de conducta? Con la estructura que la Iglesia Católica mantiene, es previsible, y hoy más que nunca, debe transformarse en un imperativo de formación sacerdotal.

Samán Vs. Palacios: opinión

Nota del autor: el presente artículo es una versión aumentada de similar publicación autoría del suscrito dada a conocer en la página de internet de revista Vistazo.

El artículo de de opinión de autoría de Emilio Palacio Urrutia, titulado “Camilo el matón”, contiene dichos afrentosos y evidentemente ofensivos. Algunos adjetivos anotados en la columna de Palacio Urrutia son de parecido o idéntico calibre a los que el presidente Correa utiliza con recurrencia en sus cadenas sabatinas. Si las expresiones en boca de Rafael Correa son por lo general consideradas como deshonrosas, ¿por qué esos mismos adjetivos no serían peyorativos en la pluma de Palacio?

La opinión de marras es producto de los impulsos subjetivos sin control editorial del que goza hoy el editor de Opinión de diario El Universo. Si el editor de la sección de columnistas redacta opiniones a publicarse en ese medio, el director general del periódico debe ser forzosamente el filtro.

Los dos Migueles

La reunión entre Miguel Palacios Frugone, presidente de la Junta Cívica de Guayaquil, y Miguel Guatemal, vicepresidente de la CONAIE, ha sido el show del mes de marzo. Algunos incautos, como el suscrito, – que todavía mantiene despierto al idealista por dentro – se hubiesen tragado el pretexto de la unidad de la oposición, motivo de esa variopinta reunión, si tan solo Guatemal y Palacios hubiesen mantenido sindéresis en sus declaraciones sobre la reunión que mantuvieron y luego negaron.

Que la CONAIE haya sufrido la metamorfosis de convertirse en un vulgar partido político ecuatoriano de los años ochentas, no es de sorprendernos. Ya esos indios no son los mismos de antes. Su dirigencia se aburguesó y las bases ya no son tan borregas de fácil rebaño; o por lo menos ahora responden a otro pastor, de paso y para variar, nacido en Guayaquil.

La resistencia de Nebot

Lamento como el que más que algunos lectores de esta columna se hayan desanimado al leer la entrega que antecede a esta. No soy seguidor de Nebot Saadi ni tampoco satélite suyo. Tal como lo dije en mi columna pasada, la marcha del 11 de febrero solo nos dejó una vaga idea de que hay que resistir. Nada más.

Aclaro también que mi entrega pasada no fue una apología a Alianza País. No simpatizo ni de lejos con ese movimiento político disfrazado. La revolución que sigue esperando el Ecuador no se ha ni asomado siquiera, mucho menos con Rafael Correa Delgado a la cabeza, repetición contemporánea del capataz que siempre nos termina gobernando.

A la calle, ¿Para qué?

El termómetro político entre Nebot y Correa sube de temperatura. Las declaraciones de parte y parte sobre el presupuesto municipal se caldean con el paso de las semanas. Mientras el madera de guerrero y (aunque sea nominalmente) socialcristiano dice que el presupuesto se transferirá violando la disposición transitoria decimocuarta de la Constitución de Montecristi; desde Carondelet se dice que tal afirmación es mentira propia de agitadores.

Este cansino guirigay entre el alcalde Nebot y el presidente Correa a más de infructuosa para Guayaquil, es beneficiosa para el Gobierno Nacional que busca sparring hasta debajo de las piedras. Las revoluciones sin enemigos físicos a los cuales atacar verbalmente siquiera, no son revoluciones. Son aburridas como viles gobiernos de derecha…

Dólares

Con la finalización de la primera década del siglo XXI, es preciso traer a la memoria el por qué hoy los ecuatorianos ya no se guardan sucres sino dólares en sus bolsillos. Algunos chicos tecnológicos de hoy sólo dan cuenta de la existencia de los próceres americanos en sus billeteras, sin que algunos sepan siquiera que Espejo, Olmedo, Bolívar, Rocafuerte y uno que otro monumento nacional, eran imágenes de los sucres ecuatorianos, otrora moneda nacional.

Ecuavisa, en esos típicos esfuerzos suyos de ser la televisión del Ecuador, ha venido publicando en Televistazo especiales periodísticos sobre la quiebra financiera, el congelamiento bancario y la crisis política en que devino. Bien por la cadena televisiva que reproduce escenas, discursos y declaraciones de banqueros, ministros y de personajes políticos de ese entonces, vinculados directa o indirectamente con el crack criollo financiero.

Nativitas y 2010 d. C.

Es bastante difícil creer que en estas épocas de concordia y paz, el Gobernador del Guayas pise con el poder de su cargo una ordenanza municipal (expresión de la autonomía normativa de un municipio) y empuje a comerciantes informales a inundar veredas, aceras y calles de ciertos sectores de Guayaquil para vender y parar la olla en estas flacas épocas de navidad comercial.

Desconozco si estos mismos enfrentamientos se den en el centro histórico de Quito. Si no se dan, ya sabemos el por qué. Gutiérrez Borbúa por tildar de forajidos a los capitalinos lo sacaron en quema de Carondelet. Al emperador Apagón primero, rey de las primeras piedras, tendría sus días contados si empuja a los comerciantes autónomos a ocupar la acera de enfrente de la iglesia de la Compañía de Jesús. De seguro.

Tránsito en Los Ceibos y la parroquia La Puntilla

El 26 de noviembre diario Expreso publicó en sus páginas una nota sobre lo peligroso que es hoy transitar por la vía a Samborondón. La recomiendo por lo realmente precisa que es para concluir que la ética del conductor al volante es una manifestación de ese yo caótico ecuatoriano interno que todos tenemos dentro y que en ocasiones escondemos, pero al volante asoma en su versión más fea.

Y puede sonar exagerado lo que digo, pero es real. Más real cuando este 27 de noviembre a las 13:47 una camioneta marca Chevrolet modelo Luv D – Max de color plata, doble cabina (tengo las placas y se a quien pertenece) a las 13:47 casi me atropella cuando su conductor decide desobedecer la luz roja cuando yo cruzaba la Av. Malecón en su intersección con la calle Junín.

Separatismo, estiaje y basura

Félix Pilco y Giancarlo Zunino, representantes de la Nueva Junta Cívica de Guayaquil, fueron apresados aparatosamente por agentes de la Policía Nacional por colocar en postes de la ciudad carteles que declaraban al presidente Correa Delgado como no grato para Guayaquil.

Un fiscal acusó la conducta de Zunino y Pilco como separatismo, y un juez de garantías penales terminó la opereta judicial con una orden de prisión preventiva para los implicados. El segundo acto de este show mediático concluyó con la fijación de fianza para otorgar la libertad provisional a los dos ciudadanos, no sin antes contar con el repudio social generalizado de lo que a todas luces fue un acto de servilismo judicial al nuevo dueño del país.

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