Los acuerdos y acercamientos de Ecuador con Irán han generado una inmensa expectativa en
articulistas especializados en temas internacionales, tanto alrededor del mundo, como dentro
de nuestras fronteras. A pesar de mis profundos esfuerzos por encontrar un artículo o escrito
objetivamente analizado que favorezca la posición de acercamiento político, diplomático y
comercial implementada por nuestra política externa con el país persa, confieso que no solo no
he tenido éxito en conseguirlo, sino que mis angustias como ecuatoriano solamente han sido
incrementadas.
La avalancha de cuestionamientos ha traspasado el análisis de relaciones entre estados, y noticias
externas nos revelan con lujos de detalles hechos y circunstancias que despiertan interrogantes
y escenarios destructivos al círculo íntimo presidencial y que hasta ahora no han sido aclarados.
Otto Reich, quien fuera Subsecretario de Estado para América Latina y Embajador de los
Estados Unidos en Venezuela, puede ser considerado como un articulista polémico, de pocos
encantos para muchos lectores y hasta desacreditado en cierto grado por sus posiciones de
extremo. Sin embargo, no se debe desestimar que su voz, contactos e influencia, especialmente
en círculos políticos y diplomáticos dentro de los Estados Unidos y del mundo de la diplomacia
Latinoamericana pueden tener mayor autoridad de lo que desean aceptar actores políticos
intransigentes con los intereses y posiciones norteamericanos. El público estadounidense es un
gran consumidor de titulares y la poderosa prensa americana dominada por la derecha política
de dicho país no escatima en informar y amplificar toda noticia que presente negativamente a
cualquier gobierno progresista de la región.