Con la gracia de la mariposa y con el aguijón de una abeja
El Presidente Obama no deja de impresionarnos. La serenidad que caracteriza a este estadista solamente es una de las cualidades del líder de color ofensivo para la extrema derecha republicana. Muy a pesar de que la mayoría de la derecha reinante en el poder legislativo estadounidense se ha opuesto furiosamente a toda iniciativa nacida desde la Casa Blanca de Obama, el señor Presidente ha mantenido su posición de liderazgo y de estadista de talla mundial. El pecado que no le pueden perdonar, es su inclinación a la defensa del ser humano sobre la codicia que genera el poder, el capitalismo enfermizo y los fanatismos religiosos, fielmente defendidos por los más poderosos grupos financistas de la clase política norteamericana, quienes presumen condenándolo de liberal o socialista. Como si eso consistiera una debilidad o característica negativa en un líder mundial del nuevo siglo.
Su reciente apoyo al derecho de contraer matrimonio entre parejas del mismo sexo, condenados civilmente al desconocimiento de un sin número de derechos que el estado debe garantizar a absolutamente todos sus ciudadanos por igual, es seguramente una muestra más de su madurez política y de los altos índices de tolerancia que caracterizan a un hombre que por experiencia propia ha sufrido de la brutalidad de posiciones humanas enquistadas de odio, crueldad, intolerancia y muchas veces de ignorancia y fanatismo.