El entramado de Yambo
Difícil desafío entrar a analizar un capítulo triste de nuestra historia nacional que todavía no se cierra luego de 23 años de vigencia mediática. Juzgo desde la óptica de quien siguió los eventos ya con visión adulta, y no cómo la juzgan los jóvenes de ahora que parten de premisas manoseadas. También opino que siempre es mejor enterrar a los muertos física y psicológicamente para que su sombra no perturbe el devenir de quienes quedan en vida. No se puede ni debe vivir en duelo o luto eternamente. Pueden y deben sobrevivir siempre las lecciones de vida que una experiencia nos deje, pero para que esto suceda se necesita tener la verdad completa, fría y sin cálculo. Y en este caso no la tenemos todavía debido posiblemente a que la contaminaron con la política y el dinero.
Creo que la familia Restrepo en su dolor irreparable ha seguido con el caso pese a la sentencia que condenó a varios culpables, y al cobro de un importante cantidad de dinero por indemnizaciones por parte del Estado. Un millón de dólares si mal no recuerdo. De esa manera el escenario quedó fijado en Yambo donde supuestamente fueron extraviados los cuerpos de dos mártires de nuestras falencias policiales. Allí en esa laguna negra y tenebrosa se realizaron búsquedas infructuosas y ahora incluso el Presidente Correa nos acaba de decir que la vaciará hasta encontrar los restos mortales. Conociéndolo debo suponer que hablaba en serio. Sin duda la política y la politiquería enturbian todo.